Cap 4

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—¡Qué demonios! —dijo Hoseok—. Este documento tiene que ser falso.

—¿De qué se trata? —dijo Jimin—. Bueno, ¿es que acaso el viejo que teníamos por padre no conocía la decencia y tenía complejo de buen samaritano con todo mundo menos con sus hijos legítimos?

—Eso tiene que ser mentira —dijo Yoongi—. No puedo creer que haya hecho tal cosa. ¿Es que no sabía que reconocerlo te ponía en riesgo?

—Te desplaza en la línea de sucesión —dijo Taehyung, avergonzado de ver que su padre hacía a un lado a su hijo de sangre—. Lo siento.

—Taehyung, no es tu culpa —dijo Yoongi—. Da igual, no me interesa ser rey, pero es estúpido que nuestro padre haya puesto como tu sucesor a un hombre que te ha odiado, que ambiciona ser rey y que ha querido todo aquello que tú tienes. Siempre ha querido hacerte daño, ahora ha venido dispuesto a sacarte del trono.

Taehyung se quedó callado unos segundos. Él tenía pensado renunciar al trono pero eso no significaba que deseara que se hiciera a un lado o se humillara a su hermano Yoongi sin siquiera preguntarle si quería ser el sucesor.

Pensó que seguramente Jin llegaba con toda la intención de sembrar discordia entre ellos y apoderarse del trono, incluso lo creía capaz de inmiscuirse con el consejo para envenenarlos contra ellos.

—Jin viene por el maldito trono —dijo Hoseok.

—Pienso lo mismo —dijo Taehyung—. Es curioso que aparezca justo cuando las cosas están tan tensas entre nosotros.

—Tienes toda razón —aseguró Yoongi—. No es normal, pero me lleva a pensar que alguien le decía todo lo que sucedía en este castillo.

—Nadie en la servidumbre lo tolera —dijo Jimin—. No deben ser ellos.

—Creo que hay mucho que descubrir —dijo Taehyung—. No vamos a hablar de más enfrente de él, tampoco hablaremos cosas personales cuando esté presente.

—Debería decirte que no sé a dónde llevas a tu hermosa esposa, pero es muy malo que quieras deshacerte de ella tan pronto —dijo la voz de Jin—. Es joven y hermosa, deberías estar fornicando para tener una docena de hijos y asegurar tu lugar en esta casa.

—Parecería que estás preocupado porque yo me quede aquí, pero no tienes que fingir —dijo Taehyung—. Todos en este sitio sabemos que quieres mi lugar.

La sonrisa de Jin fue una burla a Taehyung, como siempre, como desde que había llegado a esa casa.

—Me temo que voy a decepcionarte mucho —dijo el rey—. No voy a cederte mi lugar ni muerto.

Aunque Jin intentó esconder las ganas que tenía de decir algo, lo cierto es que solo sonrió pero los cuatro hermanos supieron que aquello lo había tomado como una ofensa.

—Pues al paso que vas, si mueres, no habrá un heredero y de acuerdo al documento que te di, el siguiente en la línea de sucesión soy yo —dijo divertido y con ademanes que sacaron una sonrisa a los Kim.

Pocos segundos después, Jackson llegaba y le daba una mirada a Jib que este devolvió con una de suficiencia.

—El Chino —dijo repasando con la vista a Jackson—. Cuánto tiempo desde que nos vimos la última vez.

—Afortunadamente no nos habíamos visto, pero se dice que no todo puede ser bueno en la vida —respondió Jackson.

A Jin aquello le desagradó y terminó por mirarlo con desprecio.

Iba a retirarse pero la aparición de Yuqi lo hizo detenerse.

—Pero mira nada más quién está aquí —dijo mirando a la joven—. La perra oportunista. ¿Vienes a cazar a alguno de estos cinco idiotas?

LA ESPOSA DEL REY (TaeliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora