TRUST ME [L.S.]

Capítulo 11

DÍA 4

Narra Louis

Agua fría cayendo sobre mi cuerpo logra sobresaltarme haciendo que despertará de golpe, miro a mi alrededor confundido apartando mi cabello mojado de mi frente al mismo tiempo que me sentaba en el ahora húmedo suelo debajo mía.

Al fin despiertas, comenzaba a pensar que habías muerto de hambre por fin y harías más fácil mi trabajo -dice una voz grave enfrente mía desde fuera de la celda.-

¿Qué mierda quieres? -digo percatarme qué aquel humano definitivamente no era Niall. -

Vaya, la bestia todavía tiene energía -ríe escandalósamente- Déjame presentarme, aunque de seguro ya has escuchado de mi en tu asquerosa manada, soy Simón líder de la Tierra en la que estas justo en estos momentos.

Mi cuerpo se tensa al instante y estoy por levantarme al ver que abría la celda adentrándose al lugar, pero al escuchar un ruido en el fondo de la habitación me detengo.

Yo no haría eso si fuera tú, ¿Me crees tan imbécil de venir solo? -niega con su cabeza. -

Analizo mejor la habitación notando hasta ese momento que había un humano en cada esquina del lugar con un arco apuntando sus flechas a mi persona, trago saliva sintiéndome indefenso al instante y fijo mi mirada nuevamente en el hombre frente a mi de pie viéndome con superioridad.

Tu inservible omega está tan débil qué ni siquiera se dió cuenta en que momento entramos aquí, incluso si quisiera atacarte yo solo serías incapaz de defenderte -susurra sonriendo con burla.-

Intento gruñir enfadado, pero me preocupo cuando el sonido sale demasiado débil, llevo una mano a mi pecho inmediatamente sintiendo como mi lobo apenas podía mantenerse de pie.

Piensa en algo Louis, rápido.

¿Qué planea hacer conmigo? -murmuro tratando de aparentar serenidad.-

Primero te obligaré a decirme donde se encuentra su aldea, príncipe -responde con burla colocándose de cuclillas frente a mi.-

Jamás -digo de inmediato seguro de mi respuesta.-

Puede que haya huido de mi manada porque jamás logré sentirme agusto entre el pueblo, pero no los traicionaría de esa manera.

O puedes quedarte callado todo lo que quieras y volverte un lindo abrigo de pejale albino -sonríe con maldad llevando una mano a mi rostro y tengo que quedarme quieto para evitar morder su mano como lo había hecho con el cazador en el río.-

Escucho a mi omega lloriquear asqueado al sentir su asquerosa mano acariciar mi mejilla.

Le propongo un acuerdo de paz -digo de inmediato al sentir que su mano descendía para tomar mi cuello.-

Veo como mi comentario lo descoloca y retira su mano para después regalarme una mirada con burla.

¿Y cómo planeas convencerme de eso, omega? -ríe mirándome divertido.-

Si usted me perdona la vida hablaré con mi padre para que ambos lleguen a un acuerdo, no más guerra -digo tragando saliva sintiendo mi garganta seca.-

Que incrédulo eres -niega con su cabeza colocándose de pie- Esta guerra acabará hasta que el último de ustedes fenómenos este muerto.

¡Ambas especies terminarán extintas! -grito desesperado usando las palabras del rubio para tratar de convencerlo. -

Que así sea entonces, no pienso doblegarme -dice por último dando media vuelta y sale de la jaula cerrándola con llave- Díganle a mi hijo que se quedará sin su capricho -murmura hacia el resto de humanos mientras todos salían de la cabaña. -

Una vez me encontraba solo nuevamente paso mis manos frustradamente por mi mejilla tratando de borrar el tacto de aquel hombre de mi cuerpo mientras me permitía soltar los sollozos qué tenía contenidos.

Se acabó.

Sintiendo mi respiración comenzar a volverse irregular mientras que mi pecho comenzaba a doler dándome a entender que mi omega estaba demasiado débil, busco rápidamente la camiseta con la que había estado durmiendo abrazado estos días y, al sentirla en mi mano, la llevo hacia mi nariz buscando aquel chocolate amargo para tranquilizarme, pero lloriqueo más fuerte al notar que se había mojado y por lo tanto el olor había empezado a desaparecer.

No, no, no -niego aferrándome a la tela tratando de evitarlo, pero mi olfato fue testigo como poco a poco aquel aroma desapareció.-

🌘🌑🌒

El sonido de la puerta ser abierta hace que el poco sueño que había cubierto mi cuerpo se esfumace por completo, observo atento como la silueta se acercaba hasta quedar frente a la jaula a un lado mío, instintivamente saco mis garras para arañar a aquel humano, pero este es más rápido logrando alejarse antes de que lo tocara.

¡Wow, soy yo! -grita asustado el rubio retrocediendo un par de pasos.-

¡Vete de aquí, eres un maldito mentiroso! -grito teniendo qué sostenerme de la pared para no caerme cuando intento colocarme de pie.-

¡¿De que hablas?! -responde en el mismo tono mirándome confundido.-

¡Tu jodido padre estuvo aquí hoy! -digo logrando colocarme de pie.-

¿Papá estuvo aquí? -dice extrañado negando con su cabeza- No me avisó que vendría a verte.

¡Me matará y si eso sucede no habrá ningún maldito tratado de paz! ¡¿Me escuchaste?! -gruño fuertemente teniendo qué utilizar toda mi energía, por lo que terminó cayendo de rodillas al suelo exhausto.-

Coloco mis manos en el suelo tratando de respirar con dificultad al sentir que todo comenzaba a darme vueltas, cierro mis ojos para intentar tranquilizarme, pero al escuchar los pasos dirigirse hacia la puerta de la celda me tenso nuevamente.

Que ni siquiera se te ocurra entrar aquí -murmuro entre dientes.-

Estás muy débil, debo revisar que sucede contigo -explica sin llegar a quitar el seguro.-

S-Sucede que mi omega se está rindiendo, no necesito un chequeo para saberlo -susurro tragando el nudo en mi garganta.-

¿Qué? ¿Por qué? Debes resistir, mi plan está casi completo, solo necesito... -dice desesperado negándose a aceptarlo.-

No puedo sentir a mi lobo, entró en depresión porque sabe que no hay salida de aquí y no planeo traicionar a mi pueblo para salvar mi pellejo -explico suspirando- Lo único que lo mantenía con esperanzas se esfumó -susurro mirando a lo lejos de la jaula aquella camiseta qué había lanzado enfadado al no percibir ningún olor aparte del de humedad.-

Tiene que haber algo, no te rindas tú también, por favor -súplica mirándome con pena.-

La imagen de aquella cueva en el bosque llega a mi mente de repente junto con una idea demasiado descabellada, pero que podría ayudar.

Entra aquí -susurro volteando a verlo notando su mirada insegura- No te mataré, necesito que hagas algo por mi.

🌔🐾🌕🐾🌖

Se vieneeeeeee.