Luthor's Assassin [ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ]

Tony Zucco

...

Siempre podían saber cuándo se acercaba esa fecha.

Y por esa fecha, se referían a la fecha de la muerte de sus padres.

Al principio serían cosas sutiles, como el chico mirando distraídamente al vacío durante un largo período de tiempo, o fallando un objetivo por un pelo durante el entrenamiento (lo que ya nunca sucedió...).

Pero a medida que se acercaba el día, las emociones de Dick con demasiada frecuencia se apoderaban de él y lo encontraban acurrucado en lugares extraños, temblando y llorando. Las órdenes caerían en oídos sordos y dar en el blanco se convertiría en una tarea imposible.

Slade prefirió mantener los castigos al mínimo durante este tiempo. Luthor no estaba de acuerdo, pero Slade simplemente respondía a sus demandas con su frase favorita: "Mi trabajo es entrenarlo, no traumatizarlo". Pero incluso él se cansó de la actitud triste y quebrantada del pequeño asesino a medida que pasaban los días.

Naturalmente, este era el momento perfecto para revelarle a Tony Zucco al niño.

...

Hoy era el día.

El día que lo perdió todo: su felicidad, su familia, ¡diablos, incluso su libertad desapareció hoy a manos de un genio calvo!

Dick estaba acurrucado en la cama de su habitación, escondido debajo de un montón de mantas. Era casi mediodía, no es que le importara, pero estaba vagamente consciente del extraño hecho de que no había sido llamado a salir de su habitación por un Deathstroke enojado o un Luthor manipulador. Por un extraño momento se preguntó si hoy se apiadarían de él y no lo obligarían a entrenar ni a robar nada, pero luego descartó ese pensamiento de su cabeza. Deathstroke the Terminator no se compadeció de nadie, ni tampoco Lex Luthor.

Lágrimas silenciosas corrieron por sus mejillas y se estremeció por el esfuerzo de contener los sollozos.

"¡Damas y caballeros, los Grayson Voladores!"

Si tan solo hubiera habido algo que podría haber hecho...

"¿Estás listo para volar, mi pequeño Robin?"

Habría muerto voluntariamente con ellos si hubiera sabido que hoy le causaría tanto dolor.

"¡CRACK!"

"¡NO!"

Si tan solo alguien lo hubiera escuchado...

"Se lo digo, ¡no fue un accidente! ¡Fueron asesinados! Papá siempre revisaba los cables antes de continuar, y antes había un hombre extraño que-"

"Sí, sí, chico. Lo tomaremos en consideración. Gracias y lamento tu pérdida".

Perdón por su pérdida... sí, claro. No les importó. En realidad, nadie lo sabía, excepto tal vez Roy, ya que eran amigos, pero él no sabía lo que era perderlo todo. Su padre adoptivo fue muy amable, no lo golpeó cada vez que cometía un desliz, le dio libertades y lo dejó vagar por las calles como un justiciero, salvando personas y trabajando por la justicia.