Luthor's Assassin [ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ]

Descubrimiento

...

Dick suspiró frustrado mientras luchaba hacia la suite privada de Lex en Metrópolis. Una alarma se había activado allí hacía diez minutos y, como de costumbre, Luthor lo había enviado a hacer su propio trabajo sucio. En serio, podía vivir siendo un asesino y haciendo trabajos para Lexcorp, pero ser el perro guardián personal de Luthor estaba empezando a volverse molesto: primero el almacén en Bludhaven, y ahora esto.

La suite era bonita, por decir lo menos. Estaba oscuro, ya que Lex rara vez estaba allí, pero había una fuente costosa en el frente y un gran jardín en la parte trasera, de dos pisos de altura. Dick se preguntó si Luthor y Slade le dejarían vivir aquí en lugar de en Lexcorp si se lo pedía amablemente (era una buena idea, pero en el fondo sabía que nunca funcionaría).

Se sentó en lo alto de la valla que rodeaba el área y se llevó una mano a la oreja.

"Aquí Renegade". "Estoy en la suite... no hay actividad exterior, ¿debería entrar?"

La voz de Lex llegó desde el otro extremo.

"Sí", dijo. respondió rápidamente. "¡Quiero que encuentres a los intrusos!"

Dick resistió el impulso de gruñirle y silenciosamente saltó desde su posición, cruzó el terreno como una sombra y trepó hasta una ventana convenientemente abierta en el segundo piso. Entró y se encontró en un dormitorio muy bonito.

Si hubiera sido cualquier otra persona, probablemente le habría asustado la casa silenciosa y oscura, pero en todo caso, Dick se sintió reconfortado por las sombras, que lo ocultaban y le daban una ventaja. Se deslizó por el pasillo en silencio, sin desenvainar aún su espada para evitar hacer ruido que pudiera alertar a los intrusos.

No le tomó mucho tiempo descubrir que el segundo piso estaba vacío de toda vida excepto un par de arañas holgazaneando entre gruesos grupos de telarañas. Lex realmente no había estado aquí por un tiempo, Dick se preguntó por qué se molestó en enviarlo a vigilar una casa abandonada. Eso realmente le puso de los nervios.

"El piso superior está despejado", dijo. susurró en su auricular. "Voy a pasar a la planta baja". Sin esperar una confirmación, se dirigió a la escalera y comenzó a bajarla con cuidado, con las manos apoyadas en las caderas para acceder fácilmente a su cinturón de herramientas.

Mirando a través de la oscuridad, no le sorprendió no poder ver nada, así que continuó por los pasillos. Finalmente llegó a un enorme comedor; apenas podía distinguir el contorno de la enorme mesa.

Se quedó en la puerta por un segundo, aguzando los oídos para detectar cualquier sonido, antes de considerarlo seguro y entrar en la habitación.

Estaba aproximadamente a mitad de la habitación cuando las luces se encendieron de repente.

Dick dejó escapar un grito involuntario de sorpresa y dolor cuando el repentino contraste lo cegó: no podía ver nada más que blanco. Se cubrió la cara con una mano y agarró desesperadamente su espada, un explosivo, cualquier cosa, porque era vulnerable así-

Una voz sonó desde su izquierda.

"¡AHORA!"

De repente, alguien con una enorme fuerza lo abordó por detrás y lo inmovilizó contra la pared, con las manos apretadas sobre sus muñecas. Parpadeando, luchó por el agarre de hierro por un momento mientras sus ojos se adaptaban.