Luthor's Assassin [ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏɴ]

Cheshire

...

Dick hizo una pausa por un segundo en su trabajo para mirar a las astuta mujer con la que le habían ordenado trabajar mientras pirateaba la bóveda de seguridad del Museo de Artefactos Curiosos en Jump City, California. Cheshire era astuta, hábil y muy, muy peligrosa, y si Dick quería hacer algo, tendría que vigilarla en todo momento.

Ambos buscaban diferentes artefactos; él no sabía exactamente qué buscaba Cheshire, pero él mismo había recibido instrucciones de conseguir los restos de un extraño meteorito que se rumoreaba que tenía rastros de kriptonita. Por qué Luthor estaba tan obsesionado con la roca realmente desconcertó al asesino; seguro que sabía que era la debilidad de Superman, pero en serio... ¿un acosador espeluznante?

Dick se había encontrado con Cheshire en la cima del edificio mientras inspeccionaba la seguridad y se produjo una breve pelea hasta que llegaron a un entendimiento mutuo. Las medidas de seguridad eran extremadamente estrictas por aquí, y ni Cheshire ni el propio Dick tenían la habilidad para realizar un atraco solos. Se necesitaban el uno al otro, y esa era la única razón por la que él formaba equipo con ella.

Finalmente entró en la unidad central y apagó los láseres de las rejillas de ventilación interiores. Este sistema en particular requería que él pirateara y defendiera continuamente sus propios sistemas de diferentes virus. Era un trabajo difícil y Dick no podía hacerlo y navegar a través del sistema de ventilación al mismo tiempo.

"Entendido", le susurró en voz baja a la asesina mayor, y ella ronroneó de satisfacción, enviando escalofríos por la espalda de Dick.

"Oh, perfecto", dijo, colocándose la máscara felina en la cara y llevando una daga a la rejilla del respiradero, quitándosela y deslizándose dentro en silencio. Dick observó en silencio a través de las cámaras de seguridad mientras ella avanzaba y se dejaba caer al piso de abajo, presionando el botón para desactivar la seguridad hasta ese momento.

Dick desactivó su hologuante y aceleró por las rejillas de ventilación, saltando junto a Cheshire, que estaba casualmente apoyada contra la pared, girando su daga alrededor de su dedo.

"¿Qué te tomó tanto tiempo?" ella suspiró dramáticamente. "No tengo todo el día, ¿sabes?"

Él la miró y sacudió la cabeza, volviendo su atención a la tarea que tenía entre manos.

"Está bien, hay una serie de rayos láser invisibles más adelante. Puedo apagar la mayoría de ellos, pero hay algunos que permanecen activados pase lo que pase hasta la mañana. Puedo decirte dónde están si me escuchas".

Sacó su hologuante una vez más y activó el sensor, escaneando cuidadosamente la habitación y desactivando todo lo que pudo. Él asintió con la cabeza hacia Cheshire cuando terminó, y ella comenzó a avanzar con cautela, con movimientos suaves y elegantes.

"¡Quédate quieta!" Dick gritó, y Cheshire hizo precisamente eso, deteniéndose con el pie a centímetros del suelo, con los músculos temblando por la tensión.

"Está bien, escucha, hay dos aquí. Uno a la altura de los ojos y otro justo debajo de tu pie".

"Es un poco corto, ¿no crees?" —siseó y su voz era ligeramente tensa.

"Lo siento", se disculpó, y ella gruñó, retrocediendo lentamente y echando a correr, saltando la pared para pasar por encima de ambos láseres y aterrizando en el otro lado en cuclillas.