21 | La cueva: Final.

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Caíamos al abismo, la velocidad del descenso era abrumadora, y el viento silbaba a nuestro alrededor. El corazón me latía con fuerza, y la adrenalina corría por mis venas como un torrente. Sabía que debía hacer algo, rápido.

Mis manos, llenas de desesperación, concentraron toda mi energía y, en un acto de pura determinación, crearon un cráter en el suelo rocoso. Agua surgió de la nada, formando un estanque que nos atrapó en el último momento. Apenas habíamos escapado de la muerte, o eso parecía.

El esqueleto gigante que había sido nuestro implacable enemigo se manifestó en la superficie del estanque. Sus huesos se desmoronaron, y su carne y piel volvieron a cubrirlo, transformándolo en una figura humana alta y esbelta. Sostenía una guadaña afilada en una mano y avanzaba hacia nosotros.

Sin pensarlo dos veces, me interponía entre ese misterioso recién llegado y mi equipo. Mis ojos reflejaban determinación y valentía. No había tiempo para titubear. La guadaña se movía con un brillo siniestro en el aire, y sabía que debía estar preparado para luchar hasta el final.

 La guadaña se movía con un brillo siniestro en el aire, y sabía que debía estar preparado para luchar hasta el final

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La tensión en el aire era palpable. Mi mente estaba enfocada en una sola cosa: proteger a mis compañeros de esta nueva amenaza que, de alguna manera, había vuelto a aparecer. La guadaña se balanceaba, y la batalla estaba a punto de desencadenarse.

Caminábamos uno hacia el otro con pasos decididos, los ojos clavados en los del enigmático oponente. El campo de batalla se extendía a nuestro alrededor, un terreno lleno de incertidumbre y peligro. El sonido de la respiración agitada resonaba en mis oídos mientras me acercaba al hombre con la guadaña.

En un parpadeo, nuestros armamentos chocaron con un sonido metálico y chispeante. La guadaña y mi espada se entrelazaron en un enfrentamiento feroz. Nuestras miradas se cruzaron en medio del choque de acero, y pude sentir la intensidad de su mirada, llena de determinación.

Comenzamos a movernos por el campo de batalla con agilidad y precisión, el sonido de nuestras armas chocando resonaba en el aire. Cada movimiento era calculado, cada giro y esquiva, una danza letal de acero. La tensión estaba en su punto más alto, y el tiempo parecía ralentizarse mientras nos enfrentábamos.

Mis músculos se tensaban con cada golpe, y mi mente estaba completamente enfocada en el combate. No había tiempo para el miedo; solo existía el deseo de proteger a mi equipo y superar a este enemigo aparentemente invencible. Cada choque de nuestras armas era un recordatorio constante de que esta batalla sería una lucha de voluntades y habilidades. Estaba dispuesto a darlo todo.

La guadaña, sostenida por el enigmático oponente, se convirtió en un instrumento de poder y destrucción. Cada movimiento que realizaba era impresionante y letal.

Cuando la guadaña descendía, dejaba un rastro de chispas en el aire, como si estuviera cortando el mismo tejido del tiempo y el espacio. Cada golpe era preciso y devastador. Los movimientos del enemigo eran fluidos y llenos de gracia, pero a la vez, cargados de fuerza bruta.

無職 - 𝐌𝐮𝐬𝐡𝐨𝐤𝐮 𝐓𝐞𝐧𝐬𝐞𝐢 | El más fuerte ~ OP!MalereaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora