35 | La extraña chica.

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Punto de vista: Klein Bardfort.

"¡Ufff...! ¡Ufff...!" De mi boca, exhalaba un aire pesado, desde que desperté hasta casi medio día, había estado entrenando, sin parar, mis manos comenzaron a sangrar y después de varias horas, mi cuerpo se derrumbó. Frente a mis ojos, estaba una enorme inmensa pared de roca, en toda la pared habían cortes profundos, como también cortos y largos, que había hecho con mi espada.

No use maná, porque me era imposible usarlo, simplemente era mi fuerza física. Después de algunos minutos en el suelo, me levante pero ya no seguí entrenando. Tenía que entender que no todo el momento debía hacerlo, mi cuerpo sufriría las consecuencias si entrenaba sin parar, además, que en todo tiempo Sylvie no iba a estar para curar mis heridas. "Estoy tan cansado... y no creo que me haya hecho demasiado fuerte..."

Mire a mis alrededores, buscando si había una persona cerca pero no había nadie, todos en este momento estaban en clases o en la ciudad. "Inventario..." Murmure haciendo aparecer un panel, en donde estaba todo lo que tenía, especialmente fui a donde tenía mi ropa y saque una toalla, secándome el sudor.

Retroceda algunos pasos y me senté en una piedra algo alta, mientras seguía pasando la toalla por mi cuello y espalda. "¿Debería irme por algún tiempo...? Sería bueno que explorara el mundo, así encontrar rutas y aliados.... es cierto, ¿cómo estará Roxy-sensei y Eris? ¿Roxy habrá encontrado a alguien para pasar el resto de su vida?" Por mi cabeza paso un escenario, el cual era mi maestra teniendo una familia con otra persona. "¡No, no, no!" Negue con mi cabeza está idea.

"Eris... ¿Se habrá vuelto fuerte? Espero que este en buenas manos y que permanezca siempre con Ghislaine... quisiera volver con mi familia y con ellos..." Sin darme cuenta deje caer la toalla y mire al suelo.

".... Hubiera deseado no ser un Player...." Las palabras que había guardado por tanto tiempo, salieron. "No, no... ¡Soy fuerte! ¡Eso no es nada para detenerme!"

Me mentia a mi mismo.

Pero justo cuando iba a levantarme, alguien me abrazo, colocando sus dos brazos alrededor de mi cuello. Me puse a la defensiva, hasta que escuche una voz que calmo lo más profundo de mi corazón. "Klein... ¿Por qué no me cuentas lo que sucede contigo...?" La voz relajada de la princesa Ariel, hizo que soltara el agarre de mi espada y se clavara en el suelo.

No la aparte, probablemente si le cuento a otra persona mi situación, me ayude, o al menos me sirva como apoyo. Pero aún así... "¡Aah, estoy tan cansado de estudiar! ¿Tal vez repruebe?" Levante mi rostro, mirando sus ojos azules.

Aunque Ariel no creyó mis palabras. "¿Si? No te debes de preocupar por eso... estarás bien... no creo que necesites estudiar, y si lo necesitas, estaré encantada de pagar todas tus matrículas que necesites." Vaya, ¿ese es el poder del dinero? Es algo bueno escuchar eso, pero el dinero para mi no es problema.

"Princesa, ¿Dónde dejaste a Sylvie?" Pregunte al notar la ausencia de mi pequeña hija, que en todo momento permanecía al lado de Ariel o conmigo.

"Fit... bueno, no tiene caso seguir mintiendo, Sylvie esta cuidando de ella. Hace poco terminaron las clases. Vine de inmediato a verte, ¿no te hace feliz que tu princesa haya venido a visitarte?"

Ariel me sonrió de una forma coqueta, solté una pequeña risa al ver su rostro. "¡¿Quién no lo haría?! ¡Estoy tan feliz de que la gran Ariel venga a ver a un plebeyo como yo!" Mientras jugaba con ella, mi pelo estaba siendo acariciado de forma delicada, de vez en cuando tocaba mis cuernos... "¿Nunca te cansaras de eso?"

"¡Claro que no! Se siente raro tocar esos cuernos, pero a la vez lindo. Yo no tengo cuernos, así que no puedes tocarme como yo te toco... ¿Pero sabes que si tengo?" Voltee mi rostro, al instante entendí a que se refería porque se estuvo apuntando a sus pechos.

無職 - 𝐌𝐮𝐬𝐡𝐨𝐤𝐮 𝐓𝐞𝐧𝐬𝐞𝐢 | El más fuerte ~ OP!MalereaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora