46 | Despedida.

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Punto de vista: T/N Greyrath.

Mi felicidad no duro mucho tiempo. Dos meses después de que Rudeus recibiera la noticia de que iba a ser padre, nos llego una carta. Al ver más me di cuenta que la carta había sido enviada hace medio año, el remitente era Gisu, un nombre desconocido para mí pero no para Rudeus.

"El rescate de Zenith se complicó."

"Manda ayuda."

No había nada más, solo dos líneas que provocaron que mis manos temblaran y comenzara a molestarme, sin darme cuenta di un suspiro tan fuerte que se escucho en toda la habitación. Y entonces mire mi mano, quien sostenía la empuñadura de mi espada que se encontraba en mi cintura.

Al observar el extremo de la hoja me di cuenta que provenía del continente de Begaritto, si emprendía el viaje el día de hoy tardaría alrededor poco menos de un año para llegar, incluso si acortó tiempo con la ayuda de Sylvie, custro meses, ida y regreso, sin embargo, dejaría sola a Ariel.

Solté la empuñadura, mordí mi labio inferior, sostuve mi cabeza al sentir como luchaban mis propios pensamientos al no decidir, la carta ya había sido enviada hace un tiempo, había una probabilidad de que Paul haya recibido también noticias y allá ido a apoyar. Zenith puede que ya este bien pero Paul no es lo suficientemente fuerte para enfrentarse a una Hydra.

¿Entonces sigue ahí? Debería ir entonces, Ariel lo entenderá, Rudeus esta esperando un hijo, no puedo privarle el derecho de que vea nacer a su hijo, Sylvie los protegería en mi lugar, a Ariel, mis hermanas y a Sylphiette.

Mire por la ventana y el sol ya había desaparecido, en su lugar estaba la luna que iluminaba mi rostro, había permanecido en mis pensamientos por horas, Rudeus ya no estaba a mi lado y ya había oscurecido.

Camine hacía la puerta y salí de esa habitación, dirigiéndome a mi habitación con Ariel, al entrar ella ya estaba durmiendo, su mano estaba envuelto en el pequeño cuerpo de Sylvie, entre ellas mismas estaban acurrucadose. No me acosté a su lado, por alguna razón no me lo permitía a mi, de nuevo me sentía nervioso y alarmado, una sensación que  desapareció por unas cuantas semanas.

Sali en silencio de mi habitación, baje las escaleras y cuidadosamente cerré la puerta de la casa, una agradable sensación de aire recorrió mi cuerpo. Afuera, me senté en uno de los escalones, mirando el cielo oscuro, las estrellas que brillaban y por supuesto, la luna que estaba en medio de todo.

Levanté mi mano intentando alcanzarla pero fue imposible. Es algo a lo que yo nunca podre llegar, de cierta forma no pude evitar compararlo con mi vida, por más que intente jamás podre alcanzar una vida normal.

Baje mi cabeza y abrace mis piernas.

No se que hacer.

...

Tres días pasaron, mi actitud cambio, había vuelto a ser el de antes y Ariel se percato de esto, se volvió más cariñosa que antes pero no hizo que mi corazón se agitara, sin duda me hubiera puesto nervioso hace unos días pero en este momento no.

Rudeus esta preocupado, no sabe que hacer, Aisha y Norn también están preocupadas, esta última no ha podido dormir y han comenzado a aparecerle ojeras.

En este momento apenas comenzaba a salir el sol, Rudeus y yo estábamos afuera de la casa sentados en un escalón, ninguno decía algo, cada uno combatía con sus propios pensamientos.

De repente oí algo a mis espaldas, al darme la vuelta estaba Norn con un bolso grande en sus hombros, al momento reconocí que era el de Rudeus cuando era un aventurero.

El bolso estaba cargado, como si fuera a iniciar un largo viaje, pero ella solo tiene diez años.

Los tres nos miramos en silencio.

無職 - 𝐌𝐮𝐬𝐡𝐨𝐤𝐮 𝐓𝐞𝐧𝐬𝐞𝐢 | El más fuerte ~ OP!MalereaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora