Esme se encontraba dividida entre lo que debería hacer, y lo que su instinto le pedía a gritos hacer, el olor le quemaba la garganta e intentaba meterse entre su cuerpo, moldeando sus instintos y deseos, mientras su moral la empujaba a hacer lo que es correcto, su cuerpo mismo la instaba a unirse a su esposo, que tenía a la chica encima de él mientras la abrazaba enterrando su cabeza en su cuello, claramente ambos estaban fuera de sí, no pensaban con claridad, sabía que era el olor lo que afectaba a Carlisle, pero no sabía que sucedía con Margot.
-Carlisle, cariño...- empezó a hablar Esme con suavidad, para que no se alterara - Margot necesita un descanso, deberíamos de llevarla a la cama... para que pueda dormir un poco- mientras su voz resonaba en la habitación, el hombre no parecía querer despegarse de la delgada y jadeante chica, que se ponía peor a cada minuto, con lentitud se acercó a la pareja, tomó los brazos de su esposo, haciendo que se levante aun con la chica entre sus brazos, empujándolos lentamente para que caminaran a su habitación, al llegar, con suavidad los hizo recostar, tratando de separarlos un poco, mientras la chica estaba prácticamente desmayada sobre el hombre, Esme se recostó con ellos, acercándose poco a poco, para lograr separar a su esposo de la indefensa chica, al entrar en contacto con ella se dio cuenta que estaba ardiendo en fiebre y empapada en sudor.
Tomó a la muchacha levantándola con lentitud para no advertir a su marido de que se estaba escapando con Margot en brazos, el gusto le duró poco, cuando la llevaba hacia el baño, el hombre reaccionó tratando de acercarse nuevamente, por lo que tuvo que correr para encerrarse con la muchacha en el baño, mientras escuchaba como el hombre adulto gimoteaba cual cachorro y trataba de abrir la puerta, activó la ducha, dejando con suavidad a la muchacha en la bañera con la esperanza de que su fiebre bajara con el agua, a medida que el agua la empapaba los sonidos hacia su esposo disminuían, cuando el silencio reinó en la gran casa se atrevió a preguntar.
-Carlisle, cariño...¿estás ahí?- preguntó con la esperanza de que ya hubiera podido regresar a sus sentidos,
- Lo estoy, Esme... ¿Qué sucedió?- la voz de Carlisle se oía lejana y ronca, como si acabara de despertar de un largo sueño, Esme volteó a ver a la chica, el color de su rostro había disminuido, pero todavía estaba jadeante, como si acabara de correr una maratón, se acercó y tocó su frente con suavidad, la fiebre había disminuido, confiando en la recién recuperada cordura de su marido abrió la puerta permitiendo ver dentro
-Enloqueciste de repente, casi atacas a Eduard, y básicamente secuestraste a una delirante Margot- mientras extendía la explicación sobre la situación al patriarca, intentaba lavar el cuerpo de la castaña, logrando que el olor se volviera casi imperceptible, con ayuda de su marido, la sacaron del agua, cambiaron su ropa, y la acostaron a dormir, para después salir de la habitación, pues el olor estaba volviendo a ser fuerte - deberíamos dejarla descansar, y no volver a entrar, casi no logro quitartela, no creo que debamos arriesgarnos- con un asentimiento de él salieron de la habitación, Carlisle aparentemente aún aturdido por la situación y más aún por sus propias acciones.
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Para cuando los demás vampiros llegaron a la gran casa, el olor que desprende la chica se había disipado por completo, su fiebre había bajado y ella se encontraba profundamente dormida, lo que era preocupante, pues habían demorado bastante tiempo, lo que significaba que había vuelto a dormir casi 48 horas. Como médico, Carlisle se encontraba sumamente preocupado, no era normal que una persona joven y aparentemente sana como lo era Margot durmiera por periodos tan prolongados, esta preocupación era lo que le hacía olvidar momentáneamente la vergüenza por su falta de autocontrol en la situación, él era alguien que se enorgullece de su habilidad para controlar sus emociones y acciones incluso en las condiciones más adversas como lo fueron las circunstancias de su conversión, incluso en momentos como esos había podido mantenerse civilizado y en control, sin embargo encontraba patético, y un poco atemorizante la falta de racionalidad con la que había actuado con la dulce chica, de no ser por su esposa y hijo Edward, quien sabe qué desastre podría haber causado.
El flujo autodestructivo de sus pensamientos se vio interrumpido por el suave quejido proveniente de arriba, con velocidad propia de su especie, se acercó a la puerta de donde provenía el sonido, y dio un suave toque a la puerta, y después de unos segundos logró escuchar una voz somnolienta y algo ronca - Pasa...- lentamente abrió la puerta y de adentro a la habitación, donde se podía ver a una recién despierta Margot.
-Buenos días, ¿cómo te sientes?- su voz salió más baja de lo que quiso, señal del temor que sentía de asustar a la vulnerable muchacha, se veía más delgada, y a pesar de haber pasado los dos últimos días durmiendo se veía ojerosa y pálida.
-¿Sinceramente? siento como si me hubiera arrollado un tren... dos veces- la voz de la chica tenía un deje de diversión, se escuchaba relajada como si no llevara dos días durmiendo después de la aparición de una repentina y extraña enfermedad misteriosa, que hasta ahora el médico no lograba identificar. Al no escuchar una contestación ni ver diversión en el rostro del mayor luego de su comentario, la castaña siguió hablando -era broma, la verdad me siento un poco mejor... Y lamento lo que pasó, en especial que tuvieran que verme así y lidiar con eso, de verdad lo lamento mucho- para este momento la cara de la chica se encontraba de un furioso rojo producto de la vergüenza que le provocaba solo de pensar en lo que tuvieron que hacer para controlarla después de su pequeño error.
-Tu... ¿recuerdas todo? al por fin escuchar la voz del hombre volvió su vista a él y negó, ante esto el hombre comenzó a hilar la información en su mente, si nadie se lo dijo y ella no recuerda lo que pasó, ¿cómo es que lo sabe? -¿tu sabes lo que está sucediendo contigo?-
El ambiente se volvió repentinamente tenso y serio, para el vampiro era importante saber que era lo que iba mal con ella, mientras que Margot no lograba entender el por que se la repentina seriedad en la voz del hombre.
-Si...
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Lamento mucho la demora, espero que lo disfruten, nos leemos luego :D
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Between Us// Clan Cullen
Hayran KurguEl fin de una vida el inicio de otra, no todos tienen la oportunidad de burlar a la muerte, podrá Venus escapar de las garras de la muerte, y superar los obstáculos que cierta familia supone en su vida...