Ayúdame a recordar [the GazettE//Editado]

Capítulo 9:

Capítulo 9:

Cuando acabé ya eran la una menos cuarto.

Me dirigí a mi habitación y me vestí con lo primero que vi, unos vaqueros, una camiseta con unas zapatillas, me puse una chaqueta con capucha y unas gafas de sol.

-¡Mika! Te tardaste.- Dijo May mientras se acercaban a mí.

-Sí, lo siento mucho.-

-Oye ¿no te podrías haber vestido un poco mejor?-

-Me he puesto lo primero que he visto.-Todas empezamos a reírnos y nos fuimos a la cafetería.

-Mientras tanto en el apartamento de Mika-

-¿Estáis seguro que estarán toda la tarde fuera?- Preguntó Yuu mientras cerraba la puerta con mucho cuidado.

-Claro, Yuki me dijo que harían todo lo posible para que no viniera hasta las siete.-

-Son apenas las tres y Mika es muy cambiante, mejor nos damos prisa en colocar las cosas.- Dijo Takanori mientras cogía la tarta y la llevaba a la nevera.

Los demás hicieron el trabajo asignado para cada uno. Tardaron dos horas y medias, entre chistes, peleas por parte de Akira y Takanori y más chistes.

-Que rápido pasa el tiempo, Takanori puedes ir a prepararte, te dejamos el baño a ti.- Todos empezaron a reír.

Al acabar se dieron cuenta que ya eran las seis y media. Kouyou y Yuu se pusieron a practicar con las guitarras y Takanori hizo lo mismo con su voz. Mientras tanto Yutaka y Akira miraban impacientes por la ventana.

-Con Mika, May y Yuki-

Toda la tarde estuvimos yendo de un lado para otro, si no era la cafetería era el parque, si no era el parque era el centro comercial. Aunque no me molestaba, así me distraía un poco del maldito día en el cual estábamos.

-Chicas, me siento cansada, además son casi las siete; me voy a mi casa.-

-Te acompañamos.-

-Está bien.-

Tardamos media hora en llegar, entramos en el portal y subimos hasta mi apartamento. Una vez delante de la puerta me di la vuelta y les sonreí cansada a May y Yuki.

-Venga, ¿no nos invitas? sabemos de sobra que es tu cumpleaños.- Me quedé con la boca abierta.

¿Cómo lo saben? Yo no les dije nada, a no ser...

Me gire lentamente y agudicé el oído, oía varías voces dentro del apartamento.

-Por favor, decidme que no habéis organizado nada.-

-No...- Susurró May, pero me di cuenta del codazo que le dio a Yuki.

Bien, solo serán dos horas como máximo y después se irán todos.

Me repetía una y otra vez mientras metía la llave en la cerradura. Cuando abrí la puerta una melodiosa voz acompañada de dos guitarras me daban la bienvenida.

Me quité las gafas y las dejé en la mesilla que había en la entrada.

Me adentré y vi a Ruki, Kai, Reita, Uruha y Aoi esperándome. Sabía desde un principio que estos cinco tramaban algo. Pero jamás me imaginaba que fuera una fiesta para mí.

Yutaka y Akira, al ser los únicos que no tocaban los instrumentos se lanzaron encima de mí y me abrazaron.

-Me asfixiáis.- Susurré.

-Ya cumples veintitrés años.- Dijo Akira mientras se separaba de mí.

-Sí, veintitrés años, que guay.- Dije desanimada. Ninguno de los presentes sabía que fue lo que me pasó años atrás.

-Venga acéptalo, algún día tendrías que hacerte más vieja.- Forzada empecé a reírme, me di la vuelta y vi a May y Yuki con una sonrisa.

Pasaron dos horas, estaba sentada en el sofá para dos que tenía en el balcón. Oía a los demás divertirse dentro.

Y pensar que están todos borrachos.

Miré mi vaso aun lleno con la bebida que me sirvió Takanori con una sonrisa en su rostro. Elevé mi mirada al cielo y vi una estrella brillar.

-¿Miguel, te molestaría si sigo con mi vida?- Sabía de sobra que no me iba a responder, pero me consolaba un poco hablarle al cielo.

-¿Con quién hablas?- Kouyou se sentó a mi lado baje mi cabeza, estaba llorando, como casi todos los años.

-N-nada, no te preocupes.-

-Mika te conozco de sobra, si es por las bromas de Akira no sé porque te molestas, él siempre es así y tú mejor que nadie lo sabe.-

-No es eso.- Mi voz se quebró y mi respiración se hizo más pesada.

-¿Por qué lloras?- Uruha dejó de lado su bebida y me abrazó.

-No me gusta este día.- Susurré dejando que las lágrimas salieran de mis ojos.

-¿Por qué?-

-Porque una persona muy querida murió por mi culpa este mismo día.-

-¿Quién murió?-

-Mi-mi hermano.- Kouyou me abrazó más fuerte.

-Gracias Kou siempre sabes cómo animarme.-

-Para eso están los amigos.- Elevé mi mirada y me encontré con la suya, brillaba a la luz de la luna.

Mi corazón empezó a latir y mi mente solo me pedía una cosa.

Bésalo.

Poco a poco ambos nos acercamos, nuestros alientos chocaban y nuestros labios se rozaban. Cuando me besó una estrella brilló y sonreí mientras le besaba. Esa era la señal de que a mí, fallecido hermano, no le importaba que yo siguiera con mi vida.

Ojalá os haya gustado.

With love:

Mihaela-Taka