De mis entrañas

Proceso de crecer

La realidad de los adolescentes hoy en día es muy diferente a como fue la de nuestros padres y los matices mas oscuros que tuvieron que vivir.
Nuestros padres crecieron sabiendo que para conseguir algo, hay que esforzarse y mucho.
Nuestra generación esta creciendo viendo caminos y salidas fáciles. Referentes vacíos.

La adolescencia es un periodo de exploración.
Cómo jóvenes estamos conociendo el mundo y abriéndonos a el. 
La vida nos cambia totalmente. Todo tiene un origen y apunta a la misma dirección:
La construction de la identidad, quien soy y que lugar ocupo en el mundo, por que soy importante y hacia donde voy.
A medida de que se vive esta etapa, se disfruta y se aprende.  El tiempo no se recupera, no se va a volver a ser igual de jóvenes que ahora.

Dejamos de tener una sana adolescencia por la necesidad de adelantarnos etapas. No vivimos lo que corresponde al debido momento, no contamos con la madurez y responsabilidad suficiente para evitar los problemas.
Queremos ya ser adultos en el afán de construir una identidad, sentir que estamos preparados para la vida.  Aunque nunca nadie lo esté suficientemente.
En esta terquedad de "ya quiero y puedo hacer lo que quiera" por que creemos que ser adultos implica tener libertad. Pero la libertad viene de la mano con la responsabilidad, y si se toma una decisión hoy, se tiene que asumir y afrontar una consecuencia mañana.
Fantaseamos con ser grandes por que creemos que al ser adultos tenemos la vida resuelta.

La adolescencia es una etapa en donde pasan muchas cosas al mismo tiempo. Se ve el dicho de "eres muy niño para algunas cosas y muy grande para otras". Se carga un peso que la misma sociedad nos impuso, un peso que no sabemos como balancear.
Los problemas siempre nos van a acompañar, van a estar presentes. Siendo una invitación para llevar una vida consciente, apagar el piloto automático y cuestionarnos. Pues nos enfrentamos a situaciones de riesgo diariamente, que van a estar tangibles en todo este proceso de maduración, de descubrimiento y encuentro con uno mismo. Y no podemos permitir que por ello la vida se nos escape.

Este proceso de autonomía, independencia y búsqueda de la identidad trae incertidumbre y curiosidad por vivir. Se forma una estabilidad emocional y social.
Durante este camino se toma consciencia de las expectativas que los otros ponen sobre uno y el deber de cumplirlas, para alcanzar algo. Jugando en contra de las dudas de si se podrá alcanzar, que a lo largo el camino va enseñando las respuestas para encontrar nuestro lugar en el mundo.