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— Tienes que girar en esta curva y luego subir la cuesta.- Amy me indicaba el camino al hogar de aquel chico.

No pudimos negarnos ya que simplemente no teníamos otra opción.

— Ok, doy vuelta aquí y subo.- mi recién auto comenzó a subir la inclinada cuesta con mucho esfuerzo.

Llegando al final de la colina apreciamos la vista completa del pequeño pueblo.

— Detente, ya vuelvo.- Amy salió del auto y camino hasta el portal, donde presionó un botón e intercambio algunas palabras.

— Listo ya esta, nos abrirán.- informó entrando al auto.

— Creo que esta idea no me termina de convencer.- le dije mientras pasábamos la entrada.

— Oh, vamos.- se quejó.- Será grandioso además de que somos afortunadas.- dijo tratándome de convencer.

Rodee la gran fuente para quedar frente a la entrada de una gigantesca mansión.

Las columnas sobresalientes estaban talladas creando una textura un poco antigua, pero muy elegante. Sus paredes de color blanco que daba una sensación de pureza y su jardín decorado con arbustos cortados perfectamente.

— Diablos, son ricos.- habló Amy sorprendida.

— Son dueños de tres hoteles ¿Por qué no lo serían?- pregunté y ella se dio golpecitos en la frente.- ¡Oh! Salieron.

Ambas nos bajamos del auto y pudimos apreciar al chico de horas antes junto a un señor muy parecido a él, ambos acompañados por algunos empleados de limpieza y un señor de esmoquin.

Nos acercamos lentamente y ellos bajaron las pequeñas escaleras hasta nosotras.

— Buenos días lamentamos irrumpir en su hogar así, pero necesitábamos en donde quedarnos y su hijo nos ofreció hospedaje.- comenté.

— No tiene que preocuparse por eso, después de todo es para apoyar nuestro pueblo. Mi nombre Julian Dupoint y ya conocen a mi hijo.- lo señaló y él nos sonrió.- Bien él les ayudará con sus cosas y Alex las acompañara a su habitación.

El tipo del esmoquin cuyo nombre era George nos ayudo a bajar nuestro equipaje.

Entramos a la mansión y si ya estábamos sorprendidas por el exterior el interior nos dejo tres veces más, apenas se cruzaba la entrada había una gran escalera al frente que permitía llegar a una gran puerta y también llevaban al piso de arriba, observamos que los mismos detalles de las columnas también se veían en la que estaban dentro.

Subimos todos las escaleras y nos indicaron cual era nuestra habitación la cual quedaba en el lado Este de la mansión. Habían muchas habitaciones caminamos por el largo pasillo hasta llegar a la última puerta, George entró y salió rápidamente dejando nuestras cosas.

— Les mostraré la mansión apenas se instalen pueden buscarme en la cocina cuando terminen.- informó el chico a mi lado.

Asentí seguida de Amy y entramos a la enorme habitación, constaba de una cama King al frente de esta un gran televisor había un pequeño pasillo que conducía a dos puertas una era un armario y la otra el baño, creo que ha sido el baño más grande que he visto en mi vida era muy espacioso, entre en éste observando la gran ducha en la que fácilmente podrían entrar 10 personas, al lado de ésta había una linda tina empotrada, dos lavados un gran espejo y lo que llamarían el "trono".

— ¡Esto es super grande!- escuché gritar a Amy.

Salí del baño encontrándola acostada en la enorme cama tomé impulso y caí a su lado soltando un par de carcajadas.

[Verano]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora