[Verano]

«Extra»

— ¿George a dónde fuiste?- inquirí tomando mi maleta.

— Visite de emergencia a un familiar, también tengo mi vida privada señorita Adams.- rodé los ojos y él me ayudó a meter la maleta en el auto.

— Cuídate y que te vaya muy bien.- asentí.

— Dile a Am...- mi madre me miró.- Nada olvídalo, nos vemos en las vacaciones.

— Hasta pronto señora Adams.- se despidió George y ambos entramos al auto.- Ajustese el cinturón.

Le obedecí y se puso en marcha.

— ¿Tiene algo planeado para éste año?- sonreí.

— Solo para las vacaciones, disfrutaré el verano con mi madre.- respondí.

— ¿Algún lugar en particular?

— Si, es un lugar que no para de dar vueltas en mi cabeza.- dije.

— Bueno pues ya falta poco para eso.- asentí emocionada.

Llegamos al aeropuerto justo a tiempo y pasamos a abordar el avión.

— ¿Ansiosa por París?

— Y mucho.- observé por la ventana como el avión despegaba y luego se perdía entre las nubes.

Fue el viaje más largo de toda mi vida y el sueño no tardó en llegar a mí.

Al despertar ya estábamos aterrizando, la confusión de otra vez ese raro sueño donde vivía los hechos de mi protagonista me atosigaban.

No entiendo porque estoy tan sumergida en ello.

Cuando llegamos al hotel, George fue quien pidió las llaves de nuestras habitaciones. Minutos después estaba arrojándome sobre la sueve cama.

— Descansa Leslie, mañana será un largo día.- George salió de mi habitación y tomé una ducha rápida y en poco tiempo volví a quedarme dormida.

Y una vez más ese sueño dominó mi mente.

— Buenos días.- escuché a George canturrear.

— Basta.

— Es hora de levantarse, los estilistas están por llegar, ve a darte una ducha profunda.- dijo y me senté con pesadez en la cama.

Aproximadamente una hora después estaba tratando de desayunar mientras tres estilista arreglaban mi cabello y maquillaje.

— Necesito que termine de comer señorita Adams.- me apuró el maquillista y George se llevó mi plato.

Cepille rápidamente mis dientes y volví a sentarme.

Otra hora después ya estaba lista colocándome los zapatos que utilizaría para el evento.

— ¿Sabe qué probablemente asista el jefe de la editorial?- lo miré.

— En serio, me han dicho que no es de agradarle mucho las fotos y que casi no sale en público.- George asintió.

— Es por su privacidad, pero hoy eso terminará.- dijo y asentí.- Vámonos.

Salimos juntos del hotel y nos subimos a la camioneta que nos llevaría al evento.

Estaba nerviosa mi libro se haría público a partir de hoy y también daría por primera vez mi primera firma de autógrafos.

Según mi madre en éste tiempo había tenido alucinaciones con respecto al sueño, así que mi psiquiatra me recomendó escribirlo y un día alguien sin querer lo leyó y sin saber que era terapia me recomendó la editorial para la que trabajaba.