Sálvame

XII

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🌟 Capítulo 12: Mi motivación 🌟
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"No hagas que tu mundo gire en torno a una persona, o perderás el rumbo si algún día te abandona"

🌑🌒🌓🌔🌕

Ash: "Pasa"

Tras pasar una buena cantidad de tiempo riendo, llorando, animándose en la playa y estar empapados por sumergirse en el mar, Ash invitó a Iono a su casa para que tuviera la oportunidad de cambiar su ropa y darse una ducha para así no pescar un resfriado.

Después de la profunda charla que compartieron, el ambiente se sentía completamente diferente a cualquier otro día. Ninguno sabía como seguir con la relación entre ambos y tampoco les parecía que fuera a nacer algo más de eso.

De hecho, podía sentirse un poco de incomodidad por haber revelado su verdadero rostro a la otra persona, cuando su objetivo era mostrarse lo mejor posible para causar una buena impresión.

La más afectada de todo esto, sin duda alguna, era Iono, quien fue la que más secretos reveló en el día. No supo porqué lo hizo, no era algo que tuviera planeado hacer en el corto plazo e incluso solo lo diría una vez que estuviera segura no iba a ser abandonada por sus nuevos amigos, pero por alguna razón, cuando vio a Ash dudar de sí mismo, sintió el deseo de apoyarlo, aún si eso significaba quitarse la máscara.

Claro, eso no quería decir que estuviera completamente segura de su decisión.

Iono: "Por favor, no le digas a nadie sobre lo que escuchaste"

Ash la miró de reojo mientras buscaba algo de ropa para que ella pudiera cambiarse. Le dolió un poco que no confiara ciegamente en él, pero no podía culpara. Cualquier persona se sentiría totalmente indefensa después de haber derribado sus corazas.

Ash: "Si eso es lo que te preocupa... Haré lo que quieras para que puedas confiar en mí"

Le lanzó una de sus viejas ropas, más precisamente las que utilizaba en Kalos. Vio en su mirada un brillo que conocía muy bien. De pronto, haber sido tan intrépido y acceder a hacer lo que fuera que le pidiese no sonaba como una buena idea.

Iono: "Regístrate en la Serie Mundial de Coronación"

Ash la guió hasta el baño en la planta superior de su hogar. Allí estaba otra vez con el mismo tema. Batallar era algo imposible para él. Por mucho que haya superado un poco sus miedos y sus dudas, aún no podía permitirse combatir. Y a estas alturas, ya tampoco sabía si eso era lo que realmente quería en su vida.

Cerró la puerta del baño sin darle una respuesta. Sabía que no se había librado de darla, pero al menos quería tener tiempo para saber como podría rechazarla sin herir sus sentimientos.

Al final bajó hasta la primera planta y se dirigió al altar en recuerdo a sus amigos fallecidos. Tal vez ellos tuvieran, en donde fuera que estuvieran, la respuesta que tanto necesitaba escuchar. Lastimosamente, los muertos no podían hablar.

No supo cuánto tiempo estuvo viendo las veladoras consumirse frente a las fotos de Clemont y Serena, pero estaba seguro de que fue bastante más de lo que tenía calculado. Tanto que no se dio cuenta que Iono había terminado ya.

La chica lo miró sin decir una sola palabra. Vio el pequeño altar en el cual estaba inmerso y pudo ver las fotos de dos chicos bastante jóvenes. Esa era, probablemente, la razón por la cual tenía todavía tantas dudas y arrepentimientos en su corazón. Aun así, no se atrevió a preguntar sobre ellos.