XVIII

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🌟 Capítulo 18: Despejando Sentimientos. 🌟
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"Pide que me quede, o dime te necesito, y en un instante breve te concedo el infinito"

Bonnie: "Nos vemos más tarde"

Bonnie terminó de orar por el bienestar de sus más grandes amigos, quienes tenían su foto en un altar que ella misma hizo.

Han pasado varios años desde que su vida perdió sentido. Cinco años desde que tuvo que aceptar que nunca más iba a poder ver a su hermano biológico y a sus amigos, la familia que ella eligió.

Una foto de su hermano ocupaba el lado izquierdo del altar. Tal vez era la pérdida que más le costó aceptar. Para ella, Clemont era todo lo que tenía en su vida. Hubo días en los que pelearon, lo hacían con bastante frecuencia, pero al final del día seguía siendo su hermano.

Una de las razones por las que le costó aceptar que él ya no estaba en esta vida era que nunca supo la verdadera razón de su muerte. Claro que sabía que murió durante el ataque de Yveltal, pero las autoridades nunca le dijeron cuál fue el motivo de su fallecimiento. Sus padres tampoco le dejaron ver su cuerpo en el funeral.

Su mente no paró de imaginarse escenarios potenciales de su muerte hasta hace pocos años. Cada uno más violento y triste que el anterior.

Además, le costó bastante tiempo perdonarse y aceptar que ella no cometió ningún error.

En los primeros meses, e incluso años, vivía culpándose de la muerte de su hermano, o al menos del hecho de quedarse sola. Cosas como «si no hubiera insistido en ir a la batalla, en este momento estaría al lado de mi hermano» se repetían una y otra vez en su cabeza.

Y como si fuera poco, su hermano había estado a su lado desde el momento en el que nació. Era la persona a la que más quería, incluso por encima de sus padres. Como los adultos siempre estaban ocupados, era Clemont el que siempre veló por su salud, estudios y demás cosas. Perderlo a él, era perderse a sí misma.

Por todo eso, por toda la historia que los rodeaba a ambos, fue la herida que más tardó en sanar. Y definitivamente había dejado una cicatriz bastante grande en su corazón.

Pero eso no significaba que las demás pérdidas no le hayan afectado en una proporción bastante similar.

La otra persona, cuya foto estaba al lado de su hermano, fue Serena, la chica a la que vio como una hermana mayor.

Serena cuidó de ella desde el momento en el que se conocieron y decidieron viajar juntos. Junto con ella, vivió cientos de cosas que hasta ese momento no había sentido. Al estar la mayor parte de su tiempo con su hermano, siempre se vio arrastrado a sus aficiones, a pesar de que no compartía ninguna más allá de los combates.

La peli-miel fue su primer amiga.

Con ella pudo compartir miles de pláticas que no podía hacerlo con su hermano por tratarse de cosas de chicas o de otras que no Clemont no conocía. Por la edad en la que estaba en ese momento, era normal que sintiera curiosidad por su cuerpo y por los nuevos procesos por los que estaba pasando.

A diferencia de lo que pasó con su hermano, si fue informada de lo que ocurrió con Serena. Ash había sido testigo de esto y, en su tristeza, le relató todo lo que había visto en ese momento.

Ahora, hablando de Ash...

Los sentimientos que tenía hacia el azabache eran muchos, variados y contradictorios. Esperaba que, allá donde estuviera, le vaya bien, pero por dentro aún no tenía claro de cómo podría reaccionar si algún día se reencuentra con él por azares del destino.

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