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🌟 Capítulo 13: El dolor por provocar dolor 🌟
🌟"Cuando todo está muerto, la agonía es un alivio."
🌑🌒🌓🌔🌕
Ash: "No tienen que molestarse"
Ash caminaba por los pasillos de la Fundación Æther junto a Iono y Lillie, quienes estaban emocionadas por su vuelta a las batallas, puede que lo estuvieran más más que él mismo. Hace muchísimo tiempo que no recorría este lugar, muy probablemente desde el incidente con los Ultra Entes y Lusamine. Sin embargo, esta vez el motivo de su visita era menos importante que en aquella ocasión.
Como era bien sabido por todos, Alola no era una región que se caracterice por su gran cantidad de entrenadores Pokémon o por las competencias de este tipo, por lo que los Centros Pokémon tenían labores más sencillas que en otras regiones.
En estas playas, los CP, se encargaban, sobre todo, de cuidar de los Pokémon salvajes que alguna persona se encontraba en su camino y que tuvo la decencia de llevar hasta el lugar. Obviamente también curaban a los Pokémon de los pocos entrenadores de la zona.
Esto se debía a que no tenían algo así como gimnasios Pokémon y los pocos duelos oficiales que se celebraban eran contra los Kahunas de las Islas. Esto, combinado a que no había muchas formas de llegar hasta Alola, hacía que no hubiera muchos entrenadores extranjeros, haciendo que la carga de trabajo fuera menos intensa.
Sin embargo, este contexto también provocaba que los Centros Pokémon no estuvieran tan equipados como sus similares de otras regiones, apenas contando con algunas pocas herramientas para los visitantes.
La máquina de transferencias era una de esas cosas que el gobierno de la región decidió no utilizar en sus Centros Pokémon, dejando estos artefactos en el olvido. No es que los necesitaran de cualquier forma. La conexión entre las cuatro islas era bastante rápida, por lo que aquellos que quieran contar con otros Pokémon, solo debían hacer un viaje de unas horas entre islas.
Lastimosamente Ash necesitaba hacer uso de esta tecnología para comunicarse con el laboratorio del Profesor Oak, en Kanto, y así poder traer consigo a unos cuantos de sus viejos amigos.
Según las palabras de Iono, no era necesario que contara con seis Pokémon en su haber, pero siempre era preferente para no perder oportunidades de batalla. Había algunos torneos que eran en modalidades de batalla doble o triple, o simplemente a algunos entrenadores les gustaban estos tipos de formatos.
Aun así, teniendo al menos un Pokémon, cubrías lo básico para poder registrarse en la Serie Mundial de Coronación.
Ash también era consciente que podía atrapar a cualquier Pokémon en las islas de Alola, pero el tiempo era muy corto como para entrenarlos y ponerlos a punto para enfrentarse a un sinfín de rivales. Al final, tenía que hacerse con una buena racha de victorias si quería escalar desde la posición número cien hasta la octava, que era la mínima para entrar a la fase final.
Por suerte se enteró gracias a Lillie que su madre tenía una de estas máquinas de transferencias para poder estudiar, en conjunto de otros profesores, a diferentes especies Pokémon que no se podían encontrar en Alola y viceversa.
La elección de los Pokémon a los que llamaría era bastante difícil. Tenía claro que haría rotaciones entre ellos para que todos tuvieran la oportunidad de volver al ruedo después de tantos años, pero al final tenía que escoger a los seis primeros para el torneo que se avecinaba. Siempre podría traer consigo a Charizard, Sceptile y otros de sus Pokémon más fuertes, pero sentía que no era el momento para ellos.
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Sálvame
FanfictionDespués de un trágico suceso, Ash Ketchum fue incapaz de volver a las batallas pokémon. Retirado y viviendo una vida pacífica en Alola, nunca imaginó que conocería a la persona que le devolviera la ilusión por entrenar pokémon. Iono (e-Nigma), una...