Capítulo Extra: La Promesa de un Mañana Juntos

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Habían transcurrido ya varios meses desde el milagroso regreso de Wei Ying, y Jiang Cheng aún tenía problemas para concebir que no se tratara de un sueño maravilloso del que terminaría despertando.

Luego de intensas sesiones de meditación, había logrado recuperar la mayoría de sus recuerdos. 

La primera semana después de recuperar sus recuerdos, ni siquiera había podido conciliar el sueño. Temía cerrar los ojos y comprobar al despertar que Wei Ying se había esfumado como por arte de magia. Así que se escabullía todas las noches hasta su habitación sólo para asegurarse de que su pecho subía y bajaba al compás de una respiración real.

Con el tiempo, los terrores nocturnos fueron espaciándose. La presencia tangible de Wei Ying a su lado terminó por convencer hasta el último resquicio de incredulidad en su interior de que no era una alucinación.

Pero su subconsciente se empeñaba en atormentarlo reviviendo una y otra vez ese momento fatídico donde el mundo se derrumbó a sus pies.

Los flashbacks acudían en oleadas cuando menos los esperados, siempre cargados de una intensidad abrumadora. Momentos de intimidad furtiva entre las sombras, confesiones susurradas bajo el manto de la noche, el roce electrizante de sus pieles...

Jiang Cheng se descubría anhelando cada vez más los brazos de Wei Ying, sediento de su pasión indómita. Lo necesitaba con una intensidad que rayaba en la desesperación, temeroso de que la vida se lo arrebatara nuevamente.

Y Wei Ying correspondía con igual fervor cada una de sus caricias retenidas, como si temiera que Jiang Cheng se esfumara entre sus dedos. Sus cuerpos buscaban fundirse en uno solo cada noche, uniendo almas gemelas separadas por el tormento de la muerte.

Jiang Cheng rogaba en silencio porque la felicidad que parecía iluminar ahora sus vidas no fuera tan efímera como un suspiro. Pero muy en el fondo intuía que aquella dicha era demasiado perfecta para ser eterna.

Y lo confirmó cuando la noticia de su aparición empezó a esparcirse por todas partes, y algunos discípulos tuvieron que impedir que Wei ying saliera de la secta. Incluso ya tenía un aviso de la llegada del segundo maestro Lan para el día siguiente. ¡Y era al que menos quería ver!

Jiang Cheng apretó los puños con rabia. La oficina estaba llena de murmullos y miradas de sorpresa, porque ahora estaban en el punto de mira de todos. Había mantenido su regreso en secreto, quería evitar precisamente esta reacción. Se enfrentó a Wei Ying con ojos furiosos.

—¿En qué estabas pensando, Wei Ying? ¿Acaso quieres que todo Lotus Pier vuelva a ser un caos? —gritó Jiang Cheng, su voz retumbando en la habitación.

Wei Ying lo miró con calma, aunque había un destello de tristeza en sus ojos.

—Jiang Cheng, no quería causar problemas. Solo volví porque...

—¡Por supuesto que causarías problemas! —lo interrumpió Jiang Cheng, frustrado

—¿Y qué, Jiang Cheng? ¿Quieres que me quede lejos de todo? ¿Qué me queda en el muelle de loto como un espectro, ignorando lo que sucede a mi alrededor?

La respuesta de Wei Ying solo avivó el fuego en Jiang Cheng. Las palabras ásperas volaban de un lado a otro, ambas dejando salir años de frustración. Se acercaron uno al otro, chocando como dos fuerzas imparables.

—¡No sabes lo que ha causado! —gritó Jiang Cheng, su voz resonando en las paredes de la oficina.

Wei Ying no retrocedió, sus ojos desafiándolo. —No puedes culparme por lo que ocurrió. Necesitaba terminar con esa energía resentida que rodeaba ese templo. ¡No iba dejar que esas personas acabaran en un evento trágico! 

Vinculo Roto, ChengXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora