I only see you [SethClearwater] 1ª y 2ª TEMPORADA

Capítulo 16

¡Muy buenas chicas! Antes que nada agradecer todo el apoyo que esta novela está recibiendo, con cada voto que le dais a esta novela me hacéis muy muy feliz! Es impresionante, y nunca me lo hubiese imaginado.  Os escribo esto al final porque puede que algunas cuando lleguéis al final no la leáis, así que lo pongo al principio: He inscrito esta novela a los Wattys 2015 y bueno, si os gusta me gustaría que la votáseis. Comentaros que estamos en el ecuador de la novela y cada vez está más interesante. Debo agradeceros otra vez vuestra infinita paciencia y todos vuestros comentarios y votos. ¡Sois las mejores! 

Capítulo 16. 

Bella's POV

-¿Crees que será buena idea? – Le pregunté a Edward, mi marido, al que tenía agarrado de la mano, estaba bastante nerviosa.

-Supongo que al principio no se lo tomará muy bien, pero en cuanto que lo piense, aceptará oír tu explicación.

-¿Alice no sabe su reacción?- Preguntó esta vez Renesmee, que iba de la mano de Jake delante de nosotros, mientras caminábamos por el bosque dirección a la casa. Edward negó con la cabeza

-Me temo que no, cuando intenta ver el futuro de Christine, todo se vuelve borroso, tenemos la teoría de que se debe a que Seth está de por medio. –Le miré extrañada.

-¿A qué te refieres?

-Creo que se me olvidó comentarte el hecho de que tienes a Seth como cuñado, se ha imprimado de tu hermana – Lo miré sorprendida, aparte de tener a Seth como hermano político, porque básicamente era mi hermano al estar mi padre con su madre, ahora también era mi cuñado. A pesar de ese cacao que se había montado en mi familia, me alegré por Seth, y por Chris, conocía a Seth de hace ya muchos años y sabía cómo era, y era una de las mejores personas que yo había conocido y mi hermana no podría haber encontrado a nadie mejor...

Pero... ¿cómo se tomará mi llegada?- Metida en mis pensamientos, llegamos a la enorme casa de madera con grandes cristaleras. Se escuchaban voces, pasos. Apreté más fuerte la mano de Edward y cuando llegamos a la puerta, Esme nos había abierto ya. Pasamos dentro y saludamos a los presentes como de costumbre. Aunque todos sonreían, se notaba el ambiente un poco tenso; todos preveían la escena que estaba a punto de desencadenarse. Busqué sus ojos entre los presentes, pero no estaba. Entonces escuché pasos desde las escaleras, y nuestras miradas se entrecruzaron. Las mismas cejas, las mismas pestañas, la misma forma de los ojos, sólo nos diferenciaba el color...

Antes de que nos diera tiempo a reaccionar, el vaso que llevaba en sus manos se resbaló y golpeó en el suelo, derramando el zumo, por suerte el vaso era de plástico por lo que no hubo daño mayor. En sus ojos se veía reflejado el dolor, la pena y la confusión, y yo sólo pude mirarla con arrepentimiento.

-¿Estás bien, Chris?- Le preguntó Seth, acercándose a ella, claramente preocupado. Cuando Chris levantó la vista, pude ver que estaba totalmente colorada a causa de la vergüenza.

-Siento... siento lo del vaso- Se disculpó. Esme se acercó y sonriéndole recogió el zumo vertido.- ¿Qué hace ella aquí? – A pesar de que lo había preguntado muy bajito, todos los presentes pudimos escucharla debido a nuestro gran oído.

- Bella quiere conocerte, y hablar contigo.- Respondió Seth, respondiéndole en el mismo tono

- Pero yo a ella no. No quiero hablar con ella.- todos en la sala seguíamos en silencio, poco a poco y en total sigilo, se fueron, dejándonos solo en la habitación a Edward,Seth,Chris y yo para poder tener un poco más de "intimidad". Edward apretaba mis hombros en señal de apoyo.

-Chris, estás mostrando una actitud de una niña pequeña.- Y la comprendí, sólo era una niña al fin y al cabo. Christine se apartó de Seth, con un semblante enfadado.

- No soy una niña Seth, desde muy pequeña he sabido cuidarme sola, y he tenido que cuidar también a Renée cuando mi padre no estaba, y cuando éste murió...- Su voz se quebró. – Ella nunca estuvo allí- Me reprochó, mirándome, y si hubiese sido humana estaría llorando. Tenía toda la razón, en estos dieciséis años no había visto a Reneé.

- Chris...- Me dirigí a ella- Si no estuve allí fue por miedo a hacerle daño.

-¿Daño? Daño le has hecho faltando en su vida, eres su hija, ¿por qué no estuviste allí en todos estos años? ¿Por qué nunca has ido a verla? – Me quedé callada.

-No puedo contártelo, es peligroso...

- ¿Peligroso para quién, para ti o para mí? – Negó con la cabeza, las lágrimas caían por sus mejillas.

-Christine... sé que no nos conocemos pero sé cuán mal lo has pasado y...- Edward había empezado a hablar pero Christine no interrumpió.

- No, tú no lo sabes. No sabes lo que se siente al ver a tu madre llorar el día de las madres esperando una llamada, o en navidad...-Suspiró- o saber que tengo una hermana y no poder contar con ella, no poder compartir...cosas, como la ropa o simplemente saber que está ahí si me pasa algo.- Se llevó las manos a la cara intentando ocultar su rostro, y sentí la necesidad de acercarme y abrazarla, tenía un sentimiento de protección parecido al que tenía con Renesmee.

- Perdóname Christine, por favor.- Cuando rocé su brazo, esperaba que se apartase bruscamente, pero no lo hizo, no sabía si era porque tal vez Jasper estuviese controlando sus emociones.

-Chris, Bella ni siquiera sabía que tú existías, si hubiese sido así estoy seguro de que te hubiera ido a buscar. – Seth también se acercó y Christine lo miró, buscando alentarse en su mirada. Y asintió levemente.- Créeme, Bella tiene sus motivos por los que no ha visto a Renée en todo este tiempo.-

-Quiero saber esos motivos –Respondió.

-Es algo que no te podemos contar, y es difícil de explicar- Comentó Edward.- No es que pensemos que eres pequeña para saberlo...simplemente no nos creerías.- Christine se quedó callada, las lágrimas seguían bajando por su cara, por la que aún se reflejaba el dolor.

Mi mano seguía apoyada en su brazo, e intenté ir más allá, me acerqué un poco más y la abracé, al principio sus brazos yacían en sus costados, pero luego me abrazó por la cintura y me apretó contra ella, si hubiera sido humana me habría hecho un poco de daño. Y entonces sus lágrimas se acrecentaron, dejando un surco apreciable sobre mi camisa.

-Realmente lo siento Chris, juro que algún día te diré el por qué me fui sin dejar rastro de mí, y te prometo que nunca más voy a dejaros solas. Lo siento.- Y cuando Edward me puso la mano en el hombro y me sonrió, supe que me había perdonado.