Capítulo 4

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Me levanté al día siguiente con renovadas energías, desde mi cuarto podía escuchar como Renée preparaba el desayuno, por lo que supuse que hoy me había levantado más temprano que de costumbre, a pesar de que el día de ayer había sido agotador, me sentía descansada, como si hubiese dormido más de trece horas. Me desperecé, estirándome por completo,y cuando lo hice pude sentir como mi pie rozaba algo. Abrí los ojos lentamente, notando como la poca luz que desprendía el sol en Forks se colaba por la ventana. Me senté en la cama, aún bastante adormilada, bostecé tapándome la cara y volví a sentir algo blandito contra el pie. Al mirarlo, vi a una bolita de pelos acurrucada, obviamente era Roxy. La cogí con cariño y la abracé, haciéndola despertar.

Vamos bonita, es hora de despertarse.¿Tienes hambre?- La solté en la cama, donde se desperezó. Me levanté y me acerqué al tocador, tenía los pelos de una loca. Tomé el cepillo y lo pasé por el pelo, quitando todos los posibles enredos que tuviese. A través del espejo vi como Roxy me miraba, su mirada era claramente : "Tengo ganas de hacer pis". Sonreí, me volví a acercar a la cama y me puse las zapatillas, al ver que me dirigía a la salida, Roxy se levantó y saltó de la cama, dispuesta a seguirme. Antes de bajar las escaleras dirección a la cocina, hice una paradita en el cuarto de baño, donde hice mis necesidades. Cuando entré en la cocina mamá estaba tarareando distraidamente una canción de la radio a la vez que preparaba el desayuno, Roxy también estaba desayunando.

Buenos días mamá- Le dí un beso cariñoso en la mejilla

Buenos días cariño, qué temprano te has levantado hoy. ¿Quieres huevos con bacon?

Sí por favor, pero antes voy a sacar a Roxy a que haga pis.- Abrí la puerta y cogí unas bolsitas para recoger las caquitas, por si acaso le entraban ganas, mi pequeña cachorrita ya había salido, por lo que si que estaba necesitada, cuando salí se la veía la mar de agusto en el jardín delantero, me fijé en su patita, estaba más que claro que ya no le dolía tanto.

Me acerqué para comprobar que sólo había hecho pis, volví a casa con el estómago rugiendo. Cuando entré Renée acababa de sacar los huevos de la sartén, me senté en una de las sillas de la cocina y enfrente se sentó mi madre.

¿A qué hora entras hoy a trabajar? - Pregunté al terminar de tragar un trozo de humeante bacon.

Tengo que estar allí dentro de una hora, digamos que hoy todas hemos sido madrugadoras.

Digo que sí, y mira que eso es raro- Añadí sonriendo.

Entonces, ¿vas a salir hoy con Leah? - Renée habló luego de unos dos minutos de silencio, esperé a terminar de masticar y tragar para responder.

La verdad es que no me acordaba, pero sí, voy a salir con ella,y así de paso conozco un poco más esto. La verdad...es que el empezar no ha sido tan malo, digamos que... me gusta Forks. - Admití, terminándome el desayuno

Las cosas han cambiado mucho, nunca pensé que volvería a vivir aquí, pero ya nos ves- Apartó un poco su plato y cruzó los brazos sobre la mesa- La verdad es que ahora todo es mejor, ya no solo una jovencita de veinte años con un marido y una hija pequeña. Sin duda, todo va mejor.

Sonreí, me gustaba ver bien a mi madre. Me terminé el desayuno y recogí ambos platos, para luego ponerlos en la pileta.

-No te preocupes que los limpio yo, vendré temprano, así que prepararé la cena. - Mi madre se levantó y me palméo un hombro. Escuché como entraba en el cuarto de baño, por lo que supuse que iría a peinarse, porque vestida ya estaba. Miré el reloj que colgaba de la pared, diez y cuarto. Era bastante temprano puesto que Leah no llegaría hasta las once y media. Cuando terminé de guardar los platos, me dirigí hacia mi habitación. Renée se había ido hacía ya algunos minutos, por lo que tenía la casa para mí y para Roxy. Me lavé la cara y cepillé los dientes. Leah me había dicho que iríamos a la playa a nadar, por lo que elegí un bañador de color rosa chicle, que resaltaba mi piel clara. Dedicí ponerme unos shorts vaqueros blancos, y una camiseta de tirantes rosa también, me calcé las sandalias blancas y metí en la mochila la toalla, un cepillo para el pelo,el móvil, las llaves y poco más. Como aún me sobraba mucho tiempo, (sólo eran las 10 y media), fui a la cocina, donde estaba Roxy jugando con un huesecito de plástico. Saqué lo necesario de la nevera para preparar una ensalada de pasta y un pequeño tupper para guardarla.

Cuando me aseguré de que no faltaba nada, me dirigí hacia el salón a esperar a Leah, aunque aún faltaba un cuarto de hora. Roxy se acercó a mi, juguetona, con el hueso en los dientes, me senté en el suelo y comencé a jugar con ella. Ahora que lo pensaba, no podía dejarla sola en la casa, era demasiado pequeñita y no me gustaba que estuviese sola mucho tiempo. Pensé que a Leah no le importaría que nos la llevásemos, por lo que subí pitando a mi habitación, donde cogí su cepillo y un lazo azul cielo, bajé los escalones de dos en dos y volví a sentarme donde antes. Cepillé su pelaje suavemente, disfrutando del tacto suave del pelo, terminé colocándole el lazo alrededor del cuello, encima del collar, sin que apretase mucho.

-Eres una perrita muy guapa- Le dije sonriendo, me encantaba pasar tiempo con Roxy, aunque supongo que si la gente me escuchase hablar con ella pensarían que estoy loca, pero no lo estoy, simplemente, paso demasiado tiempo sola. Observé como se ponía de pie y comenzaba a andar, para luego volverse hacia mi, como pidiéndome la opinión.

-Hay qué ver lo presumida que eres - Dije negando con la cabeza. Miré mi reloj de muñeca y Leah estaba por llegar. Fui de nuevo a la cocina y guardé en la mochila bolsitas, puesto que pasaríamos todo el día fuera y también la correa, pero esto segundo no lo guardé, si no que llamé a Roxy y la amarré, pues tenía miedo que se pudiese escapar y le pasase algo malo. Cuando sólo faltaba un minuto para las once y media, llamaron al timbre, me dirigí a abrir la puerta, con Roxy pisándome los talones.

Qué puntual, Leah- Dije a modo de saludo.

En otra parte.....

(Punto de vista de Bella)

Sabía que algo estaba pasando en mi casa, últimamente los notaba a todos muy...raros, tensos y además veía como mi marido y mi cuñada, Alice, se intercambiaban miradas de - según lo interpreté yo- de preocupación. Aún así, yo hacía como si no hubiese notado nada, si no me lo querían contar... bueno, me fastidiaba un poco que me ocultasen las cosas, pero no podía hacer nada.

Ness...quiero decir, Renesmee y yo estábamos en la habitación de la pequeña, yo cepillaba sus hermosos rizos mientras ella leía un libro heredado por mí (Cumbres Borrascosas) cuando escuché como mi marido nos llamaba a ambas para que bajásemos.

Casi toda la famlia estaba en el salón, aunque cada uno estaba haciendo algo. Esme garabateaba algo en una libreta, Jasper y Emmett estaban viendo la televisión, seguramente algún partido de fútbol y Alice y Rosalie debatían algo sobre una revista de moda. Edward nos esperaba sentado, con su rostro tan tranquilo como siempre, pero yo sabía que algo iba mal, pues en cuanto entramos en la sala todos dejaron de hacer sus actividades para mirarnos a Renesmee y a mí. Mamá, ¿algo va mal? Renesmee me preguntó através de su don,y yo negué levemente con la cabeza.

Esperé en silencio hasta que Edward habló. - Tenemos que decirte una cosa, Bells...- Miré a todos durante unas milésimas de segundo, sin decir nada- Recuerdas... bueno, habrás nota que estos días todos hemos estado un poco...tensos. Fue.. por una visión de Alice.

-Abrí los ojos de par en par. Preparándome para lo peor - ¿Son...son los Vulturis? - Pregunté con miedo- ¿Van a volver? - Instintivamente cargué a Renesmee, juntando mi mejilla con su cabeza.

-No es eso, Bells, tranquilízate- Esta vez habló Alice, que había dejado la revista de lado- Hará cosa de uno o dos días, mientras vigilaba a tu padre, otras personas se cruzaron en medio de su futuro, no pude ver del todo porque... un licántropo estaba de por medio, o varios.

-¿Qué le ha pasado a mi padre?¿Está bien Charlie? -

-Sí, todo va bien, digamos que recibió una visita inesperada...nadie lo esperábamos la verdad, todo está un poco confuso pero..

-Ve al grano Alice- La corté- Me estás poniendo nerviosa.

-Tu madre ha vuelto a Forks, Bella y por lo visto no vuelve sola, no.. no vuelve con su marido, sino con su hija.

I only see you [SethClearwater] 1ª y 2ª TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora