Capítulo 10

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Rito se encontraba frente a su oponente, mirándolo desafiante con el ceño fruncido pero con una sonrisa entre sus labios, sonrisa que desapareció en el momento en el que escuchó una voz grave desde el fondo de su mente.

"Chico, déjamelo a mí, tú no puedes con él, déjame encargarme de esto, juntos podemos ser muy poderosos"

Rito instintivamente dejó que una cara seria cruzase su rostro mientras miraba hacia alrededor, girando la cabeza hacia todos lados como un búho.

—Namikaze ¿Estás prestando atención?

Rito miró hacia Hayate, asintiendo entrecortadamente mientras buscaba la voz que le había dicho eso. Miró hacia su oponente quién le sonreía de forma ególatra, mirándolo por encima del hombro.

—Debería ser ilegal enfrentar a niños pequeños en estos exámenes— dijo el ninja del sonido con un tono de prepotencia que le hizo a Rito fruncir el ceño.

Rito lo miró con el ceño fruncido señalándolo con el dedo y con una sonrisa entre sus labios, dejando ver los dientes afilados —Cuando estés en el suelo pidiendo clemencia no dirás lo mismo, idiota.

Hayate, el examinador, se puso entre ambos y dio por comenzada la pelea. Rito miró al ninja del sonido, sacando de su pequeño maletín trasero unos kunais personalizados sin perderle de vista y moviéndose hacia atrás lentamente con los ojos fijos en el cuerpo de su oponente, sin embargo le era difícil concentrarse mientras escuchaba una lejana voz que le iba dando indicaciones.

"Chico atácalo sin pensar, tú eres más rápido que él, si consigues acercarte podrás clavarle el Kunai en la garganta. Brotará sangre, sangre roja y reluciente, ese sabor a hierro se pegará en tu paladar, y olerás a ese aroma tan distintivo, vamos chico, no pienses mucho y hazlo, hazme caso."

Rito gruñó mientras colocaba cada Kunai en uno de sus interóseos, con una cantidad de 6 kunais totales que lanzó por todo el campo y sacaba rápidamente otro Kunai.

—¿Tú has conseguido llegar hasta aquí? ¿Sin saber lanzar un mísero Kunai? Eres bastante miserable.

Rito sonrió  y procedió a correr hacia su oponente. Atacó con taijutsu al otro ninja quién iba contrarrestando sus ataques y lanzando otros. Rito atacaba con su Kunai también, lanzando movimientos de grandes cortes mientras esquivaba los movimientos que el ninja del sonido también le lanzaba. En uno de esos movimientos el ninja del sonido encontró una abertura cuando Rito fue a atacarle, aprovechando ese descuido para clavarle un Kunai en las costillas, pero para su sorpresa, antes de poder siquiera rozarlo, el pelirrojo desapareció repentinamente, apareciendo unos metros más atrás. El ninja del sonido se giró para mirarlo, quedando sorprendido cuando vio que el ojo derecho antes de un color azulado era ahora rojo, con dos tomoes girando en el. Sin embargo no le dio tiempo a expresar esa sorpresa cuando vio como el chico le lanzaba un extraño Kunai de tres puntas, esquivó el arma que fue lanzada directamente hacia su cabeza, y repentinamente el chico estaba en el aire, donde anteriormente había pasado el Kunai, con el sello del jutsu gran bola de fuego preparado.

—¡Jutsu gran bola de fuego!— antes de poder exhalar para sacar de sus pulmones todo el fuego, el ninja del sonido dirigió su ataque hacia el estómago desprotegido del pelirrojo. El chico al ver el ataque de su oponente agarró el brazo que se dirigía hacia él, impulsándose hacia arriba y cayendo unos metros más hacia delante, ileso pero respirando un poco agitado. Rito miró fijamente a su oponente, intentando centrarse en sus movimientos.

"Vamos chico, lo tienes, ya has demostrado tu fuerza, ahora déjame a mí, acabar con su vida será placentero, esa sangre entre tus dedos, tu rostro, tu cabello, podrás pasar tu lengua por sus órganos y beber su sangre"

The other childDonde viven las historias. Descúbrelo ahora