The other child

Capítulo 16

Rito se alejó, sacando un Kunai y tomando una posición defensiva. El ninja del sonido, Itzuko, sonrió mostrando todos sus dientes.

—¿Acaso me tienes miedo? ¿Por eso te alejas tanto?

Rito no respondió, simplemente frunció el ceño mientras se movía lentamente sin quitar sus ojos de encima de su contrincante.

Itzuko miraba a Rito sin moverse, viendo como el chico mantenía una distancia segura. Itzuko vio al chico coger de su bolsillo trasero un extraño Kunai de tres puntas y procedía a lanzarlo hacia el muro izquierdo del campo de batalla, frunció el ceño, recordando lo que su compañero le dijo:

—No te dejes engañar porque sea un niño, tiene trucos demasiado buenos...

—¿Como cuáles?— preguntó Itzuko, viendo a su compañero postrado en una cama lleno de heridas y conectado a decenas de máquinas que lo mantenían vivo.

—Tiene unos kunais que le hacen transportarse de un lugar a otro... Un momento está frente a tí, y al segundo siguiente está detrás...

El ninja del sonido se acercaba a Rito a la vez que él se acercaba también. El taijutsu era lo que ahora mismo lideraba el combate; Rito se encargaba de esquivar mientras analizaba los movimientos de su oponente, y cuando finalmente había estudiado mentalmente la mayoría, se alejó hacia la otra punta del campo.

Rito miró hacia el árbol, donde un clon habia colocado uno de sus kunais personalizados y ahora se encontraba estudiando el combate. Si lo hacía desaparecer podría conocer gracias a la mezcla del Sharingan y los clones de sombra los trucos exactos que estaba usando su oponente, sin embargo el combate acababa de empezar, y su oponente parecía tener más trucos que él. Gruñó y miró hacia su oponente, que estaba sonriendo prepotentemente. Sonrió de vuelta e hizo el sello de clones de sombra. Creó 5 Rito diferentes que se acercaron corriendo a atacar al chico, quién, sin ningún pudor, empezó a destrozarlos violentamente. Mientras sus 5 clones le atacaban él corrió por todo el campo, poniendo kunais alrededor y marcando todos los puntos cruciales estratégicos. Una vez el ninja del sonido acabó con los clones corrió hacia él con intención de atacar.

Rito sintió a alguien acercarse rápidamente hacia el árbol, donde se encontraba él, y cuando giró la cabeza levemente, vio un enorme brazo acabado en un puño sobre él. Instintivamente activó su Sharingan en el ojo derecho y se transportó al tronco del árbol, agarrado en él con chakra corriendo por sus manos y pies. El golpe se dio en el suelo, agrietándose y levantando gran parte.

Itzuko levantó la mirada, viendo como el niño, agarrado con chakra al tronco, lo miraba serio, con un ojo azul y otro rojo, y recordó, de nuevo, la conversación que tuvo:

—Y tiene un ojo... Es extraño, te mira con ese ojo y parece que sabe lo que harás... Prevé tus movimientos y se adelanta a ellos...

—¿Por qué no lo neutralizaste, entonces? Podrías habérselo arrancado, o apuñalarlo, había muchas opciones.

—Lo hice... Le apuñalé el ojo, le clavé un Kunai y lo dejé en el suelo, pensaba que se había desmayado, o que había muerto, pero al cabo de 2 minutos se levantó y lo abrió como si nada hubiera pasado.

Itzuko sonrió maniáticamente mientras ahora golpeaba el tronco donde antes se encontraba Rito. Miró hacia atrás, viendo al chico hacer sellos y posicionar su mano derecha entre sus labios.

—¡Katon: Gran bola de fuego!

Rito sopló y dejó salir todo el aire de sus pulmones, expulsando una enorme bola de fuego que ocupó medio campo. Una vez dejó escapar todo el aire de sus pulmones, Rito sacó un Kunai en posición de defensa, esperando a su contrincante, que segundos después salió de la polvorera a gran velocidad hacia él lanzándole al pelirrojo kunais y shuriken.