Capitulo 14

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Capítulo 14

Colín


—Haber ¿qué harás en Italia a esta hora? —suelto la pregunta al tomar asiento frente a Alessandro.

—Quiero ver al alguien— contesta despreocupado. —. ¿tú qué harás en Italia?

—Quiero ver a alguien—repito sus palabras y abrochó mi cinturón de seguridad, Alessandro imita mi acción.

Escuchamos la voz de los pilotos de vuelvo que nos informa el estado de vuelo y el tiempo que duraremos en el aire.

—¿Ese alguien es Riley? — pregunta luego de un tiempo.

Asiento.

—¿Sabes dónde está en estos momentos? — arquea una de sus oscuras cejas al preguntar.

—Debe de encontrarse en su casa. Es lo más lógico.

No contesta y yo no insisto más en su pregunta. Reviso por última vez mi teléfono y entro en la conversación de la pequeña bailarina, aún no ha abierto mis mensajes y decido escribir uno más.

chat: Mi pequeña bailarina
Estoy de camino a Italia ¿puedo verte en tu casa?.

Le doy a enviar y espero varios minutos para que Riley conteste, no pasa nada solo recibo miles de notificaciones de mis redes sociales, nada importante. Luego de un tiempo dejo de esperar una repuesta por parte de ella y me centro en paisaje que me brinda la ventanilla del avión.

...

Aterrizamos tiempo después en la pista de aterrizaje y al bajar del jet veo el Ferrari de Alessandro ser parqueado frente a nosotros, ambos subimos y nos adentramos al contagiado tráfico de las calles de Italia.

Duramos menos de quinces minutos recorriendo las calles y lo veo estacionarse cerca de un club. Arrugo mis cejas al ver en donde nos encontramos y sin pronunciar palabra sale de su corche y yo hago lo mismo. El auto suena detrás de nosotros indicando que ales activo el seguro. Nos llevamos varias miradas de algunas personas que se encuentra fuera del club, seguimos caminando hasta llegar a la entra y que nos dejen pasar sin problemas alguno.

—Bien Lombardi, ¿porque estamos en un club? — suelto la pregunta y continuamos caminando por un largo pasillo con dirección al centro del club.

—Solo haré algo importante y luego nos marchamos. —informa despreocupado mientras acomoda el Rolex que decora su muñeca.

Se irá el de aquí, yo no me iré de Italia hasta ver a la pequeña bailarina caprichosa, que se dedica a perturbar mis pensamientos. Deseo ver a Riley, aunque sea dos minutos, pero muero por verla.

—Iré a ver Riley antes de volver a Austria.

—Ya lo dijiste.

—Debiste dejarme en su departamento antes de traerme aquí.

Ales detiene sus pasos y se voltea en mi dirección dándome una mirada seria.

—A ver Prescott, ¿porque tendría yo que dejarte en casa de Riley sin supervisión? — yo también detengo mis pasos y lo encaro. Por la falta de luz no puedo visualizar con claridad su rostro, pero se con exactitud que debe de tener las facciones de su rostro más dura que una roca. —. Te advertí que te mantuvieras alejado de ella.

Rio por su comentario, enserio Alessandro piensa que dejare ir así de fácil a Riley.

—Y yo te advertí que la chica me interesa y mucho.

Entrecierra su mirada en mi dirección.

—Creí que te aburrirías luego de la cita— murmura y acomoda el abrigo que cubre su cuerpo casi por completo. —, te sueles aburrir rápido de las cosas.

—Bueno ya ves que no me he aburrido de ella— dijo y lo veo apretar la mandíbula. —. Al contrario, me fascino más.

No hay nada falso en esas palabras, desde la noche en que la vi bailar quede fascinado de la niña caprichosa que es Riley.

—Si intentas jugar con ella, Prescott no lo pensaré dos veces antes de buscarte y hacerte paga— me amenaza —, ella no es una más de tus conquistas de semana— finaliza la conversación y retoma sus pasos para llegar al club.

ahora soy yo quien aprieta la mandíbula a tal punto que llega a doler. Me moleste el hecho de que Alessandro piense que veo a Riley como una más de las conquistas semanales que tuve con varias chicas, es cierto que este año no he sido el mejor ejemplo de fidelidad en cuanto a relaciones se trata. Perdí la cuenta de con cuantas chicas he estado en lo que ha transcurrido el año, pero algo tengo seguro es que la pequeña bailarina me interesa más de lo que me gustaría admitir.

Amor a alta velocidad (Run 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora