❤️‍🔥SEDUCTORA TRAICIÓN❤️‍🔥

❤️‍🔥CAPITULO 11❤️‍🔥

Un grito lleno de dolor es arrancado de mis pulmones; empiezo a sudar frío, no tengo más fuerzas para mantener los ojos abiertos, pero me es imposible cerrarlos.

-¡Joder, Damon sufre!-escucho reclamos y gritos a lo lejos, pero mi atención está en el hombre que saca la bala de mi costado.

-Lo lamento, niña-murmura el doctor cuando corta el hilo para dar por concluida esta tortura. Mi respiración es irregular.

-¡Andando!-un hombre con una máscara de metal en la mitad del rostro me obliga a ponerme de pie. Cada movimiento es un martirio.

-Alto-entra Damon con la típica cara de indiferencia, saca una jeringa de su bolsillo. Retrocedo al ver sus intenciones; los recuerdos de cómo la tía Em me contó lo que le pasó a mamá me hacen temblar de miedo.

-No tengas miedo, no te haré más daño. Yo ataque, tú respondiste y al final gané. Es de sabios bajar las armas para el único que te ofrece su ayuda- aconseja cargado de burla. Pero enfrento mi destino con la frente en alto; él corta la distancia entre los dos y levanta la mano a la altura de mi cuello. Respiro hondo cuando el metal perfora mi piel.

-Tranquila, ya pasará-asegura, pegándome a él. Mi cuerpo pierde fuerza, y solo siento cómo su pecho vibra como si estuviera tarareando una canción para dormir. No puedo averiguarlo, mis ojos pesan y mi mente divaga.

DAMON MASCHERANO

Etah trata de quitármela de los brazos, pero una sola mirada basta para que se aleje. La cargo estilo princesa para llevarla hasta la habitación. Su respiración es tranquila, mis ojos están sobre su rostro; se ve tan pacífica, tan vulnerable. La dejo en la cama y me arrodillo al borde, analizando a la mujer que tengo enfrente.

-¿Qué haré contigo, Regina Morgan?-susurro su nombre; una carga en el pecho me hace retroceder. Siento como si cada cicatriz en mi cuerpo quema, el aire me falta.

-Mami-los ojos de la Morgan se llenan de lágrimas; mi corazón se tranquiliza. Me quedo inmóvil, sintiéndome hipnotizado.

-Si te mato, eso los destruiría a tal punto que mi venganza quedaría ahí-hablo, tomando mi arma. Me pongo de pie, pegó el cañón en su frente, pero mi mano tiembla.

-Anda, Damon, mátala-mi hermano habla detrás de mí. Giro para verlo; está tan tranquilo.

-¿Qué te hizo, hermanito? ¿No me digas que te enamoraste del enemigo?-pregunta, levantando una ceja. Le quito el seguro al arma; mi corazón se hace pequeño.

-Anda, estoy seguro de que dejarás todo por ella-asegura. Niego, acercando más el arma hacia la mujer.

-Ves, todavía estás vivo-sigue hablando, pero sus palabras se quedan en el aire. Recuerdo la primera vez que la vi, saliendo de su clase de ballet con su coleta alta y esa sonrisa llena de brillo. Ella tenía 13 y yo 18. Tenía un trofeo en las manos; acababa de ganar un concurso y yo acababa de hacer una masacre. Verla se hizo costumbre; me obsesioné con la luz que irradiaba. Como yo a su edad, fui golpeado, humillado y ultrajado por hijos de puta que querían venganza. Y ella era un sol que lloraba por siempre ser una sombra, pero lo que nunca vio es que eclipsaba a todos los Morgan James.

-Ella morirá, pero no es el momento-aseguro, cortando su discurso. Salgo de la habitación azotando la puerta.

MIKAELA MORGAN

Me quito la capucha cuando las puertas de la fortaleza Romanov se abren ante mí. Entro con el mentón en alto, mi corazón golpea con violencia en mi pecho.

-Y Vlast-es lo primero que digo cuando mi prima aparece en mi campo de visión. Ella apunta hacia las escaleras, comienza a caminar y la sigo en silencio.