A pasado una semana desde que Damon me usó, no ha aparecido por aquí; estoy completamente sola. Todos tienen prohibido hablarme. La oscuridad gobierna la casa, es de noche y me niego a encender las luces. Estoy sentada delante del gran ventanal del comedor, mirando el cielo; una sonrisa llena de nostalgia adorna mis labios.
- ¿Eres un búho o qué? -murmura entre la oscuridad. Yo no me muevo, y él no hace el intento de acercarse, pero siento su intensa mirada sobre mí.
- Me han informado que no duermes, no comes, apenas tomas agua y no te has movido de ese lugar -prende las luces y es cuándo me giro para verlo; está completamente manchado de sangre.
- No te preocupes, es solo una bala, regalo de tu hermanito -habla con ironía. Yo sonrío.
- Owen -murmuro su nombre, suelto todo el aire de mis pulmones; él deja caer un botiquín de primeros auxilios sobre la mesa.
- Ayúdame -pide. Hago una mueca para ponerme de pie; él me recorre con la mirada al ver mi vestimenta, una camisa suya sin nada abajo.
- Quítate la camisa -sonríe con picardía yo ruedo los ojos soltando un bufido, más me hace caso me quedo unos segundos analizando su torso esta repleto de tatuajes.
- Me estoy muriendo conejito -me recuerda, yo abro el botiquín para sacar unas pinzas.
- No estaría mal -susurró cuándo la punta metálica del instrumental perfora su piel, más no escucho ni un solo quejido de su parte.
- Es irónico que todos los Morgan me quieran muerto -murmura segundos después, yo no lo miro, solo sigo con mi trabajo.
- Eres un hijo de puta Damon, ¿cómo no querer muerto a un monstruo como tú? -contesto, espero segundos para su contestación que no llega, levanto la mirada para ver sus ojos vacíos sin ninguna emoción.
- Antes solo era un niño que quería el amor de una ninfa de ojos azules hipnotizantes -lo miro sin entender y decido callarme; tomo el hilo y aguja para coser su herida y tampoco recibo ninguna reacción.
- ¿Cómo te hiciste todo esto? -pregunto pasando la mano por su pecho lleno de tinta, más mis dedos pasan por relieves. Lo escucho soltar una risita sarcástica.
- Fui torturado bajo todos los métodos posibles, cuchillos, fuego, ácido, electricidad y hielo son algunas cosas que usaron contra mí -no puedo verlo, mi mano sigue en su pecho y él se mantiene quieto.
- Es gracioso que desde que nací fui puesto bajo torturas, pero ninguna se compara a las que sufrí luego de la muerte de padre. Eres un maldito niño que rogaba por la mujer que llamaba madre, la cual solo le dio la espalda -habla tranquilo, su corazón se acelera, una gota de agua cae sobre mi mano; levanto la mirada para toparme con esos ojos llenos de lágrimas.
- No me dolían los golpes ni las humillaciones, lo que me mataba era que yo la amé con toda el alma y ella me tiró a la basura cuando ya no me necesitaba -confiesa con una sonrisa amarga, niego sintiendo un nudo en la garganta; madre nunca le haría eso a un niño.
- Lo lamento -tardo de que mi voz no se quiebre; él acaricia mi mejilla.
- No sé, pero siempre termino cayendo ante esos ojos azules -confiesa; yo sonrío para negar.
- Júrame que nunca me harás daño Damon -pido; él sonríe de lado para verme con profundidad.
- No soy un hombre que promete algo que no puede cumplir -le bajo la mirada; las lágrimas empiezan a salir, sintiendo que ya no tengo salida.
- Perdón mi conejito -mis ojos caen sobre cada cicatriz cubierta por un tatuaje; el enojo se apodera de cada parte de mi cuerpo. Me niego a creer que mis padres son responsables del sufrimiento de Damon.
ESTÁS LEYENDO
❤️🔥SEDUCTORA TRAICIÓN❤️🔥
Любовные романыRegina Morgan hija menor de Christopher Morgan, Ministro de la FEMF y Rachel James primera dama, a vivido bajo la sombra de la perfección de sus apellidos, sus hermanos mayores han cumplido y superado las expectativas qué les han impuesto, ellos aho...