Solo somos tres personas, una sonrisa juguetona adorna mi cara, los ojos me pican al ver qué hicieron en el bosque, todo está lleno de flores, un camino de rosas me guía hacia el padre de mi hijo, Ombra me sigue como si él fuera el que me entrega al altar, Ehta está en medio, él será el que va a llevar la ceremonia.
-Señoritas, señores y lobos, claro- empieza, sacándome una sonrisa. Damon rueda los ojos.
-Hoy una nueva familia nace, hoy tengo el honor de unirlos-
empieza Ehta, no tiene la máscara y luce un traje sencillo. Me dedica un leve asentimiento de cabeza.Alza una placa, una de la milicia lo mira sin entender, en ella reluce el apellido de Damon. Este tampoco entiende, mi corazón se hace pequeño al entender lo que quiere hacer.
-Hoy hacemos historia, Regina Morgan, ¿aceptas el apellido Mascherano?, ¿aceptas cargar con la corona? -sonrío aún más, tocó mi vientre por inercia.
-Acepto -mi mirada conecta con la de Damon, el cuál me mira con admiración.
Los dos tomamos la cadena con firmeza, un nudo se me forma en la garganta.
-Que esto lo lleve su primogénito con honor -calla unos segundos, la mano del italiano se pone en mi vientre con delicadeza.
Ehta hablaba más no prestaba atención, me perdí en el Mascherano, en cómo llegué a estar a su lado. Me dedica una sonrisa, esa que solo a él le sale. Me transporto al primer día que lo vi, y cómo terminé cargando con su descendencia, cómo me hace sentir más mujer cargar a su hijo.
-Que el mundo sepa lo que son, porque el día de hoy la Dama de la mafia fue coronada -bajo la cabeza en señal de respeto.
-Somos el fuego que arde sin control, consumiendo todo a nuestro paso. Somos la tentación personificada, lo prohibido que ansiamos con desesperación. Somos el caos hecho carne, y nos entregamos a él sin reservas- hablamos al unísono, no perdemos el contacto visual.
-Prometo arrancarte de los brazos del destino mismo si es necesario, desafiaré al universo entero con tal de que siempre seas mía- susurra el italiano, con los ojos ardientes de pasión, mientras la tensión eléctrica entre nosotros aumenta.
-Prometo ser la única mujer que te posea en cuerpo y alma, ser la llama eterna que consume tu ser- respondo, con una mirada ardiente que desafía al mismísimo averno.
-Prometo ser el único demonio que derrumbará cielos y tierras por tenerte entre mis brazos- continúa él, con un tono cargado de fervor y desesperación.
-Prometo amarte en todos tus abismos, en todas tus oscuridades y en todas tus glorias- murmuró, con una voz que resuena como un eco en la noche.
-Prometo buscar en los confines del infierno tu presencia si es necesario -susurra él, acercando su rostro al mío, cortando la distancia entre nosotros siento el calor de su aliento sobre mi piel.
-Prometo ser el único dueño de tus gemidos, de tus suspiros, de tu piel y de tu alma. Prometo que en tu ausencia, el mundo arderá en llamas hasta que vuelvas a mis brazos -me hace sonreír como una estúpida enamorada.
-Prometo ser el aire que necesitas para respirar, la luz en tus tinieblas, tu compañera en la batalla y tu amante en la calma- mi mano toca su mejilla susurrando esas palabras, con una pasión que iguala la suya.
-Prometo ser el padre de tus hijos, el guardián de tus sueños y el amante que te haga temblar de deseo cada noche -añade él, con una intensidad que podría hacer temblar los cimientos del mundo. Y así, entre promesas de fuego y pasión desenfrenada, sellamos nuestro destino en un pacto eterno de amor y lujuria, dispuestos a enfrentar cualquier tormenta con tal de permanecer juntos para siempre.
Damon saca de su bolsillo una jadeita de esmeraldas, sonríe indicando a qué guire, siento su aliento en mi nuca y con calma coloca el collar en mi cuello.
-Ti amo, Regina de Mascherano- muerdo mi labio inferior, al voltear él nos une nuevamente en un beso, callando mi te amo.
DAMON MASCHERANO
El anochecer me hace volver a la realidad. Regina está dormida con tranquilidad, el lobo está a su lado alerta. Me inclino y dejo un beso en su frente, paso mi mano por su vientre y dejo otro allí. Una sonrisa débil adorna mis labios al echarle un vistazo por última vez.
- ¿Estás seguro? -Ehta se me planta delante cuando salgo de la habitación. Suelto un suspiro para asentir. Cualquier rastro de silencio es interrumpido por una explosión que nos pone nerviosos. Los dos entramos a la habitación en segundos.
- ¿Qué está pasando? -La mujer está de pie, poniéndose su bata blanca de seda con rapidez.
- Con tu vida, queda claro, Ehta- hablo severo al hombre que saca su arma. Los dos sabemos que nuestra ubicación fue revelada. Tomo mi teléfono y llamo a un helicóptero y a refuerzos. Solo somos nosotros.
- Damon, ¿qué está pasando? -La mujer luce desesperada. Saco mi pistola y se la pongo en las manos, grabo sus facciones.
- Vinieron a matarnos, Regina, a nosotros tres -lo capta en segundos. Sus ojos pierden brillo y su labio inferior tiembla. La tomo de las mejillas con firmeza.
- Van a correr, hasta ponerse a salvo -ella niega tratando de apartarme, pero insisto con más fuerza.
- Escúchame, estaré bien, pero no puedo luchar en paz si sé que estás en peligro -sus ojos se llenan de lágrimas, niega una y otra vez. Mis ojos viajan hacia Ehta, el cual asiente.
- No olvides que te amo -nos fundimos en un beso que se rompe cuando la cabaña tiembla por otro explosivo. El hombre toma la muñeca de mi mujer para guiarla fuera, de abajo de la cama tomo todo lo necesario para dar pelea.
Salgo de la habitación unos minutos después. No doy ni diez pasos cuando me topo con los hombres del Boss, los Boyeviki. Los mato con facilidad, pero cuando las balas se me acaban saco otra arma, así hasta salir de la cabaña encontrando a un ejército afuera. Sonrío al toparme con el mismísimo Owen Morgan.
- Perdón por no invitarte a la boda, pero no era para que llegaras con una flota entera- bromeo. Él suelta una carcajada fingida para sacar su arma.
- ¿Dónde está la señora Mascherano? -me encogí de hombros sin borrar mi sonrisa. Me mete un puñetazo y no respondo, en el siguiente me tira al suelo.
- Vaya, sí que los italianos dan asco -ladra furioso, me dificulta respirar por la sangre.
Cualquier rastro de tranquilidad me es arrebatado por los gritos de mi mujer, que sujeta Ehta, el cual trata de llevársela nuevamente.
- Déjalo, Owen, joder -gruñe. Cuando los soldados hacen el intento de tomarlos, Ehta los mata con facilidad. De un movimiento rápido, someto al Morgan.
- Si se mueven, lo mato -grito, callando a todos. El helicóptero que pedí llega y tira unas escaleras. Mis ojos conectan con los de la mujer, la cual quiere llegar hacia mí.
- Joder, Ehta, sácala de aquí- suplico. En un movimiento rápido, sube a la mujer a su hombro para tomar la escalera. El vehículo aéreo sube, dejándome más tranquilo al saber que está bien.
- Sí que eres estúpido, Damon Mascherano -murmura Amelia Romanova. El cañón de su arma pega en mi cabeza. Levanto las manos en señal de rendición y en un segundo siento un golpe en la nuca que me deja inconsciente.
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❤️🔥SEDUCTORA TRAICIÓN❤️🔥
RomanceRegina Morgan hija menor de Christopher Morgan, Ministro de la FEMF y Rachel James primera dama, a vivido bajo la sombra de la perfección de sus apellidos, sus hermanos mayores han cumplido y superado las expectativas qué les han impuesto, ellos aho...