❤️‍🔥SEDUCTORA TRAICIÓN❤️‍🔥

❤️‍🔥CAPITULO 17❤️‍🔥

Miró todo con emoción, corriendo de un lado a otro. Damon estaba recargado en el carrito, llevándolo a donde yo me movía.

- Ya llevas cinco series de luces, conejito. ¿No crees que es suficiente? - yo niego, poniendo otras cinco más. Él suelta un suspiro para sacar sus cigarros y empezar a fumar.

- Eso no se hace. Estás dentro de una tienda. - él se encoge de hombros para soltar todo el humo en mi cara. Ruedo los ojos.

- Vamos, Regina. Si quieres, compro la puta tienda, pero ya llevamos más de tres horas aquí. - parece niño chiquito haciendo berrinche.

- Anda, Damon. - me pongo de puntitas para rodear su cuello con mis manos. Él baja los brazos para levantarme, pegando sus palmas en mi trasero, dando un leve apretón que me saca un quejido.

- ¿Qué te parece si compramos esto y luego mando a uno de mis hombres por más? - me lo pienso y al final asiento. Me lleva en brazos hasta afuera, dejando al personal con una sola orden: mandar todo lo que elegí a la casa.

- Maldito karma que estoy pagando contigo. - sonríe dejando pequeños besos en su cara. Cuando paro, se pone serio y deja de caminar.

- No seas inmaduro. - hace como si me bajara, pero me aferró a él. Empiezo a besar su rostro nuevamente y él sonríe complacido. Mis ojos conectan con los de Ethan, el cual está a unos pasos atrás. Nos mira incrédulo, le sonrío, y él me voltea la cara.

- Yo quiero manejar. - me bajo de un salto, lanzándome a Ethan. Bufa cuando le arrebato las llaves. Los dos miramos a Damon, el cual ya estaba en el asiento de copiloto con el antebrazo cubriendo sus ojos.

- Te gané. - le saco la lengua, me ignora para subir en la parte trasera. Me subo con altanería, acomodando todo para conducir más cómoda.

- Están listos porque ya voy a arrancar. - advierto, pero me pasan por alto. Prendo la camioneta, cierro los ojos dejándome llevar por el rugir de esta, y arranco. Los hombres se aferran a los asientos.

- ¡Estás loca! - grita Damon cuando rebaso a los demás carros. Dejo atrás a las escoltas, bajo todas las ventanillas, haciendo que el frío nos pegue en la cara.

- Esto es increíble. - volteo a ver a Damon, el cual me obliga a poner los ojos en la calle nuevamente.

- Esta niña es suicida. - se queja Ethan, pero llegamos a la mansión más rápido.

- No seas exagerado. - Ethan baja recién estacionado para empezar a vomitar. Damon empieza a reír, yo lo sigo.

- Esta mujer está loca. - me apunta cuando termina. El italiano me toma por la cintura para pegarme a él.

- Qué bueno que es mi loca y no tuya, Ethan. - Damon me guía para entrar. Nuevamente le saco la lengua al hombre, el cual reacciona de la misma forma, sacándome una carcajada que es callada por los besos húmedos del italiano.

- Tienes un regalo esperando por ti en la habitación. - susurra en mi oído. Trato de zafarme para correr escaleras arriba.

- Primero un beso, conejito. - se lo doy con rapidez, pero lo profundiza, haciéndome olvidar por un segundo mi regalo.

- Anda. - me suelta dejándome en blanco. Él sonríe para empezar a caminar, yo empiezo a correr.

- No puede ser. - me arrodillo en el suelo al borde de la cama al ver a un cachorro dormido a mi lado.

- ¿Te gusta? No quería que te quedaras sin regalo si Santa no venía. - miro a Damon, el cual está a los pies de la cama. Tiene una sonrisa auténtica, y cuando giro nuevamente, el cachorro tiene los ojos abiertos. Me quedo inmóvil al ver que el color es el mismo azul que el mío.