Capitulo 10: Desolación

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12 De Junio - Shincal / Hora - 10: 05 am

La luz del día apenas lograba penetrar el pasadizo subterráneo donde el equipo se encontraba atrapado. Las explosiones continuaban, pero ahora la amenaza inmediata era el colapso del castillo sobre ellos. La entrada que los conducía al exterior estaba bloqueada por escombros masivos y piedras que se desprendieron debido al bombardeo.

—¡Estamos atrapados! —exclamó Steven, cuyo rostro reflejaba la ansiedad que todos sentían.

Intentaron mover las piedras, pero la falta de herramientas adecuadas y la magnitud de los escombros les impedían avanzar.

—Tenemos que encontrar otra salida. No podemos quedarnos aquí —dijo Helena, tratando de mantener la calma.

Las piedras y escombros bloqueaban su camino de regreso al subterráneo del castillo. Una sensación de claustrofobia se apoderó de ellos mientras se daban cuenta de la magnitud de su situación.

David, utilizando su linterna, exploró el pasadizo en busca de una ruta alternativa. Sin embargo, las paredes del subterráneo crujían con cada explosión, y la incertidumbre llenaba el aire.

—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Jhon, mirando a los demás en busca de respuestas.

Himeya, con la mirada fija en la obstrucción, se sumió en sus pensamientos. Buscaba una solución en medio de la oscuridad y la desesperación.

—Quizás haya otra salida. Sigamos el pasadizo y busquemos alguna puerta o conducto que nos lleve afuera —sugirió Himeya.

La salida del castillo de Shincal dejó al equipo en un estado de shock. Mientras contemplaban la devastación que se extendía ante ellos, una serie de explosiones resonaron detrás, cerrando la entrada que habían utilizado para escapar.

—¡No puede ser! ¿Estamos atrapados aquí? —exclamó Steven, mirando con horror la entrada colapsada.

Las piedras y escombros bloqueaban su camino de regreso al subterráneo del castillo. Una sensación de claustrofobia se apoderó de ellos mientras se daban cuenta de la magnitud de su situación.

El equipo se aventuró a explorar las áreas circundantes, buscando una salida alternativa. Sin embargo, el paisaje estaba lleno de escombros y la destrucción de los aviones.

—¡Aquí! ¡Hay una abertura en la pared! —gritó David, señalando un estrecho pasaje entre las ruinas.

Con esfuerzo, se dirigieron hacia la abertura, pero descubrieron que estaba bloqueada por piedras y escombros más grandes. Intentaron mover las piedras pesadas, pero sus esfuerzos resultaron infructuosos.

—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Cesar, frustrado.

Himeya, con la mirada fija en la abertura bloqueada, pensaba rápidamente en una solución.

—Tenemos que trabajar juntos. Si cada uno de nosotros levanta en un ángulo diferente, tal vez podamos mover esas piedras. El aire viene de alguna parte.

El equipo se alineó frente a la abertura y, con esfuerzo combinado, intentaron levantar y desplazar las piedras. El aire se llenó de gruñidos y esfuerzos, pero las piedras permanecieron inmóviles.

—¡Esto es inútil! No podemos hacerlo —dijo Steven, desanimado.

En ese momento, Himeya notó algo entre las piedras: una extraña marca grabada en una de las rocas más grandes.

—Espera, esto no es una piedra común. Parece tener algún tipo de inscripción.

Los demás se acercaron para ver, y al examinar la piedra, descubrieron que tenía un diseño que coincidía con el símbolo del halcón blanco que habían visto en el libro de las crónicas de Victory.

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