Draxum llevó a los dos líderes a la cocina. Necesitaban un lugar alejado y tranquilo para ponerse al día. Y de paso podría trabajar en un plan para lo que viene.
Pero a decir verdad dudaba del éxito que podría tener. A simple vista parecía que podría trabajar bien con uno de ellos. El otro ya lo conocía. Una mueca cruzó su rostro.
-Entonces, cuéntame Draxi. ¿Para que lo necesitas?
Leo no iba a ocultar lo mal que le estaba cayendo su otra versión. Leonardo frunció su ceño pero ahorró sus palabras. Así que tomo asiento en uno de los extremos de la mesa.
-Dejen de llamarme así- Gruño la cabra morada. Leo hizo un ademán de ignorar sus palabras y tomó asiento en el otro polo de la mesa.- Hmm, en serio me estás haciendo reconsiderar el haberte dejado venir.
-¿Qué? Solo me necesitas a mí para lo que sea que estés tramando. -Draxum masajeó su frente y Leo agregó de mal humor- Mmm...Y tal vez también a mi equipo. Pero definitivamente no necesitas a los impostores.
-¿Entonces para qué fue todo el acto de estrechar la mano de hace un momento?- Leo hizo gestos de boca hablando con su mano Leonardo alzó una ceja a la acción infantil del contrario, cruzó sus brazos en desaprobación, decidió que era buen momento para arremeter- ¿O acaso temes que demostremos. Otra vez. Que somos mejores.
Leo se crispó y gimió ofendido. -¡¿Mejores?! ¡Ja! Nunca podrán ser mejores que nosotros unos malos hermanos.
-¿Malos hermanos?- Repitió incrédulo Leonardo.- ¿MALOS HERMANOS? ¿Entonces explicame por qué su Mikey igual se fue?
-Por culpa de ustedes. Dah- Acusó a Leonardo quien miró perplejo.- Si ustedes fueran mejores que nosotros, Mikey nunca hubiera llegado a nuestra dimensión y nosotros no hubiéramos perdido a nuestro niño. Leonardo golpeó la mesa con las palmas de la mano para apoyarse cuando se levantó de su lugar.
-¡¿Cómo puedes respaldar lo que estás diciendo?!
-¡Ya basta!- El científico también golpeó la mesa con ambas palmas. No esperaba volver a gritar. Pero realmente estaban metiéndose bajo de su piel.- Son peor que niños peleando por una paleta. ¿Acaso ningún Leonardo en cualquier dimensión puede tomarse algo en serio?
Leonardo tuvo la decencia de parecer arrepentido por sus acciones. Leo por el contrario... no.
Un golpe al marco de la puerta los interrumpió. Era April quien traía en mano un reloj de los que les había mostrado hace un momento, se encontraba parpadeando con un brillo de color azul cielo.- Mmm, no me gustaría interrumpir en lo que sea que estén discutiendo pero... -April se adentro al lugar sin esperar respuesta y puso el reloj de bolsillo en medio de la mesa para que todos lo apreciaran. Ahí se fue el "querer un espacio tranquilo para hablar" de Draxum.
La chica abrió la tapa plateada y fue entonces que en la base del reloj las manecillas empezaron a girar rápidamente y otro brillo azul cielo (un poco más intenso) dio paso a un pequeño holograma con la forma de la maestra del tiempo.
-¡Leo!- Fue lo primero que expresó la guardiana.- Gracias a las arenas del tiempo que estas bien. ¿Dónde están los demás? ¿Dónde está Mikey?
-Mis hermanos están esperando en otra sala. - Respondió, ignorando deliberadamente la última pregunta. Y en voz baja le pidió a April que llamara a sus hermanos. Ella accedió.- ¿Cómo está todo por allá?
-No parece que las cosas estén mejorando.- Apesar del reducido tamaño que mostraba el reloj, la calidad de la imagen era muy buena, tanto que lograba retrata muy bien los detalles del vestuario de la chica y sus expresiones, los cuales mostraban evidente preocupación.- Hace un momento el Maelstrom creció.
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MAELSTROMS
FanfictionMikey solo quería hacer una comida deliciosa para subir el ánimo de sus hermanos, quienes después de tanto eventos los a distanciado últimamente, pero durante su momento de inspiración culinaria resultó que los poderes que Alfil le había "quitado" s...