CAPÍTULO 11: Derrumbe

569 75 13
                                    

NOTA DE AUTOR: Dejare algo en claro antes de que inicien. Estaré haciendo referencia a algunos capítulos de la serie (Referencias eventuales). Por si no han visto alguna de las dos Series de TV (Lo que dudo) tengan en cuenta esta nota.

Ahora si, disfruten.

.

.

.

Los chicos estaban encadenados y siendo arrastrados por todo el sucio y rasposo suelo de las alcantarillas. De las tres tortugas que estaban atadas, solo una de ellas traía un paño en la boca. Si bien cumplirá con la función de evitar que hablará. El de franjas rojas no iba a dejarse vencer por un estúpido trapo. Iba a refunfuñar lo más fuerte que pudiera. Se iba a retorcer entre las cadenas e iba a tratar de estorbarles el camino a las tortugas que los arrastraban en contra de su voluntad.

Leonardo, Raphael y Donatello lo encontraron insufrible.

-Dios... ¿Ese se supone que soy yo?- Miro irritó a Leonardo a su contraparte. Sus hermanos compartieron la misma mirada.

-Eh de admitir que resulta intrigante lo diferente que son ustedes los Leo.- Añadió la tortuga morada quien ahora estaba sin su caparazón de batalla. No estaba oponiendo ninguna resistencia, por el momento. De hecho dejó de ser una astilla en los chicos cuando notó que no los noquearon ni fueron más bruscos... Bueno esto claramente no aplicaba a Raphael, quien fue detenido por sus hermanos para evitar golpes innecesarios cuando ya los tenían encadenados. Y para evitar que se fuera contra Leo que en un inicio decía disparates y tiraba de la paciencia de estos chicos.- Pero agradecería que dejaran de arrástrame o ya verán cuando reactive mi tecnología, SE ARREPENTIRAN DE ESTARNOS LLEVANDO COMO...

Los tres hermanos que estaban en busca de la guarida, soltaron un gemido colectivo. Ya era suficiente con uno para que ahora se uniera otro.

Donnie ya estaba harto de estar en contacto con el agua sucia en su cara y su caparazón. Por algo se hizo su caparazón de batalla, el natural era muy sensible al tacto y las sensaciones.

-¡¿Quieres callarte?! ¡O veras lo lindo que se ve mi sais enterrado bajo tus estúpidos aparatos electrónicos tuyos!- Raphael grito. Era obvio que fuera el que perdiera la paciencia primero. Sus hermanos ya lo veían venir. Por eso Leonardo se adelanto a poner un brazo sobre su hermano para evitar que este se abalanzara sobre el contrario. Pero poco apoyaba la tortuga de caparazón blanda por que este arremetía con comentarios sarcásticos y cada vez más ácidos. Rapha estaba asustado por la situación así que pretendía calmar el temperamento de su hermano, pero cualquier cosa que dijera pasaba por alto con los gritos que se dedicaban estos muchachos.

Leo logro ponerse de pie, realmente no era mucho lo que podía hacer si venían envueltos como orugas. Pero si podía seguir incentivado a la tortuga de mecha corta junto a su gemelo.

Donatello solo bufó. Tenia que seguir descifrando lo que causaba interferencia en el lugar para poder encontrar la guarida de estos chicos. ¿Quién diría que las alcantarillas multiversales fueran tan diferentes?

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

Caer de bruces realmente fue doloroso para estos dos humanos. No esperaban chocar contra el  duro suelo con tanta fuerza. April fue la primera en sentarse y ayudar a Casey.

-Ay... ¿Qué se supone que fue eso?, se quejó el muchacho.- Con ayuda de la pelirroja se puso sobre sus rodillas y miró mejor el lugar.- Woooow ¿Dónde demonios se supone que estamos?

April imitó la misma cara de fascinación. El lugar le resultó sorprendente.

Habían globos aerostáticos flotando por el cielo anaranjado. Faros de luces que se alzaban por los cielos, de otro lado grandes árboles se alzaban formando un espeso bosque sin follaje con colores azules e iluminado por grandes antorchas. Daba vibras siniestras ese lugar. También a lo lejos se podían observar montañas con cientos de construcciones y edificios sobre estos. Y si toda esa vista rara e impresionante no era suficiente, la población era más emocionante. Criaturas de todas las formas, tamaños y colores se paseaban por lo que pareciera ser el parque del lugar. Parecían seres surrealistas. Todo lo que veían lo podía comparar a estar en un mundo de cuentos de hadas.

MAELSTROMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora