CAPÍTULO 17: Conversaciones 1

272 33 4
                                    

Nota de Autor: ¿Ya leyeron las etiquetas?

Prestenle mucha atención. Están advertidos de aquí a que finalice el fic.
Los veo abajo, disfruten.

.
.
.

Los muchachos habían estado cruzando sin problemas piso por piso. Los pocos drones que llegaron a cruzarse en su camino, resultaron eliminados por cualquiera del trío. Y si se encontraban con algún Yokai, lo dejaban inconsciente y Rapha se encargaba de ocultarlo.

Lo bueno era que a pesar del poco tiempo para descansar que habían tenido, estaban trabajando como si hubiesen tenido días para prepararse.

En toda la ruta que habían estado pasando, se habían cruzado por distintos tipos de cuartos con muchas cosas que ver.

— ¡Mira Rapha! — Leo llamó emocionado cuando las puertas del ascensor se abrieron de par en par. — ¿Apoco no sería genial tener todo esto en casa?

El grandulón corrió junto a su hermano, lleno de emoción por las grandes y relucientes máquinas para trabajar diversos músculos de tren superior.

El cuarto actual era especialmente para ejercicios. Había cientos de máquinas, organizadas por la actividad que realizaban. Las paredes estaban cubiertas por espejos para poder observar que estés haciendo correctamente los ejercicios o... para admirarte.

—¡Mira Leo! ¡Esta es perfecta para trabajar mis bíceps! — Rapha no había podido evitar subirse a una de estas máquinas y empezar a trabajarla. Leo miró atentamente como su hermano hacía las repeticiones. Pero no agusto con algo, se acercó a su hermano, Rapha paró cuando lo vio moverse.

— Mmm... Me parece que... — Y tomó una pinza que sujetaba el peso y lo modifico para agregarle más.— Ahí está, ahora intentalo otra vez.

Rapha dudó un momento pero terminó haciendo caso.

Esta vez le costó más a Rapha poder hacer un curl de bíceps. —Si, así está perfecto.— Leo sonrió. Rapha apenas hizo una repetición y dejó caer la máquina, haciendo un gran estruendo.

—Oye, no se si eso está mejor que lo que cargaba. — Rapha hizo un puchero. — No podré hacer más que solo un par de ejercicios con ese peso.

— Amigo ¡Cargaste casi 2 toneladas! Eventualmente podrás hacer poco más que eso. — Animó Leo. Rapha hizo una cara de sorpresa cuando entendió la idea de su hermano y cuando supo cuánto fue lo que soportó. Luego le sonrió con emoción.

—¿¡Enserio fueron casi dos toneladas!? — Leo asintió. Estaba orgulloso de su hermano.

— ¡Ja! Ahora si podré cargar ese camión — Con renovada energía iba a retomar el ejercicio pero justo April se les acercó.

— Uh, no se si recuerden, pero estamos en una misión.— Leo y Rapha se dirigieron una mirada. Rapha terminó cediendo. Leo hizo una mueca de disgusto pero no comentó nada.

—Cierto, apenas estamos en el piso 30, aún nos faltan 15 pisos más.

Leo seguía molesto con sus contrapartes, y una de esas razones era por bloquear sus poderes. — Lo bueno es que llevamos buen ritmo, ¿no crees que subir 30 pisos sin problemas es grandioso? — April cruzó sus brazos y alzó una ceja. Esa postura le recordó mucho a su amiga. Amiga a la cual iban a rescatar. Aun con las claras diferencias era posible decir que eran iguales. Algo un poco confuso para la tortuga de orejas rojas. — Jaja... Ahhh ¿Dónde queda el siguiente ascensor?

April apuntó al fondo de la habitación, donde se encontraba el siguiente elevador. Algo que tenía el lugar era que cortaban la comunicación de los elevadores para causarles problemas a los prisioneros cuando quisieran escapar del lugar, por lo que pasados 10 pisos, tenían que tomar un nuevo elevador.— Chicos, no se si recuerdan, pero solo tenemos 10 minutos para pasar de piso en piso. — Leo hizo un gesto con su mano como si restara importancia a las palabras de April. Lo que la hizo enojar un poco.

MAELSTROMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora