MAELSTROMS

CAPÍTULO 25: Morado y Púrpura

NOTA DE AUTOR: 

*Respira profundamente*

*Analiza lo que escribió*

Y pensar que lo reescribí 4 veces con canciones distintas. (Me tomó horas de investigación musical xd (Para que al final no dejara ese resultado...)) y como otras 4 reescrituras y aparte, me tomó 2-3 meses más para poder acabarlo. Pero. Me sienta mejor tal cual y como quedó.

Así que siéntense y disfruten.

Recuerden que para referirnos a Rottmnt sería: Leo, Rapha, Donnie, Mikey, O'Neil.Y para referirnos a Tmnt12: Leonardo, Raphael, Donatello, Michelangelo, April.

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–¡Última advertencia!- Demandó el guardia cuando vio que más destellos empezaron a salir de ambos mutantes.

Y muchas cosas pasaron en un solo segundo.

Las ideas que habían estado revoloteando y cambiando en los dos, se solidificaron en una sola emoción que conectó a dos almas para hacerse más grande y poderosa.

-¡Apunten!

Y cuando las almas ceden ante el mismo sentimiento, una presa de energía emerge a la luz.

¡Fuego!

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La habitación explotó en una ráfaga de ruido al igual que de humo por los disparos.

— Supongo que ambos metimos la pata, eh.

Donatello abrió sus ojos. No estaba seguro de cuando los había cerrado pero de una forma había aceptado el desastroso desenlace que parecía depararles a ambos.

Su sorpresa fue grande al notar como frente a él se encontraba Donnie firmemente parado ante el estallido de armas, humo y las revoltosas emociones, con una mano alzada frente a todo eso y generando una barrera de color morado que les mantenía a salvo.

Aun así su mayor enfoque estuvo en las palabras dichas por el otro.

— Tu... No... No, Donnie, todo esto. Nosotros... — El pecho de Donatello quería decir algo. Quería aclarar tantas cosas que de una forma todos sus pensamientos terminaron escapando dejando a la tortuga batallando en encontrar que decir. Pero aceptar su realidad le ayudo a entender mejor todo. — Si... —Suspiro pesadamente. — Lo hemos hecho.

Donnie soltó una pequeña risa y dirigió su mirada a su otro yo mientras aun mantenía una mano alzada. — Bueno ¿Te parece una tregua? — Donnie ofreció su mano a la tortuga frente a él.

— ¿Tregua? ¿Desde cuando estábamos en guerra?

— Desde que invadieron nuestra guarida.

— No sé a qué te refieres...— Ambos sabían que eso no era cierto y ladearon un sonrisa. — Pero bueno, aceptaré la oferta, teniendo en cuenta que atacaron a mi hermano — Donatello tomo la mano del contrario de buena manera y sacudió sus brazos. Donnie rodó los ojos.

— Hablando de eso, hay que ir a por nuestros hermanos. — Sugirió. Él otro estuvo de acuerdo.

Cuando terminaron esa pequeña acción toda el bullicio ceso. Lo que solo dejó a la alarma del lugar. 

Esto generó dudas a la tortuga extranjera.

— Ahhh... ¿Y cómo se supone que saldremos de este lugar?