Parte 7

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—Hermano Yu, he querido preguntar…

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—Hermano Yu, he querido preguntar…

—No lo sé.

—Pero, hermano Yu, aún no he dicho nada.

Jeon Yu dejó de hacer círculos en su cuaderno y miró al compañero de clase.

—Vas a preguntar sobre mi hermano. No sé, no me interesa y no tengo tiempo para saberlo.

Desde que accidentalmente se había hecho público el asunto de las tres grandes familias, este tipo de preguntas caían sobre el rostro de Jeon Yu.

Los compañeros de clase de Jeon Yu no podían ser llamados personas comunes, después de todo, la Academia de Artes Escénicas Mixta de Ciudad A era un reconocido establecimiento en el que se habían graduado los mejores artistas del siglo, por lo que su taza de aceptación, sus exámenes y mensualidades no podían ser pagados fácilmente. Aún así, estos pequeños hijos no tenían nada que ver con las poderosas familias.

Las grandes familias se remontaban a los linajes antiguos de sangre real y guerrera, haciendo de sus apellidos honor y gloria en cada tiempo, acumulando fortuna y famas enormes.

En el país A, los Seong, Jeon, Rong y Zhou se podían llamar los dueños de la economía. No había nadie que no los conociera, ni nadie que no deseara besarle los pies.

Pese a su inalcanzable pináculo, estos pequeños artistas habían tenido la suerte de compartir estudios con un Jeon, por lo que al inicio del semestre habían intentado amistarse con esta persona de sangre real y crear lazos para el futuro. Si esto salía bien incluso podrían arreglarse el resto de sus vidas. En sus pensamientos esta idea coincidía ¡Hermano Yu, déjame cargar tu bolsa! ¡Hermano Yu, descansa, yo iré por tu almuerzo! ¿Qué cosa te gusta? ¿La lasaña? A mí también. ¿Oh, no te gusta? ¡A mí tampoco! ¡Hermano Yu, tenemos tanto en común, podríamos ser almas gemelas!

Sim embargo, sus planes fracasaron cuando sus esfuerzos no fueron retribuidos. El segundo joven maestro Jeon no era humilde como su hermano mayor, no los trató amablemente ni les invitó un té de canela ¡Era tan diferente, una persona altamente déspota y arrogante!

Aún así, en esta ocasión todavía tenían cara para preguntar sobre este tema.

Ellos podían ser el claro ejemplo de «El fin justifica los medios».

¡Pero cómo no! ¡Incluso podrían bailar la cucaracha en medio de la iglesia si con ello podrían enterarse de algo entre las grandes familias!

Cuando se trataba de estos apellidos, los vídeos en internet naturalmente se volverían tendencia y la fama podría saltarse. Para un pequeño actor, no había nada más importante que conseguir algo de atención. Pero pese a que las noticias estaban plagadas de contenido, la verdad es que nadie confiaba completamente en los medios de comunicación. Incluso extranjeros que no sabían nada de los Jeon y Seong hablaban como si supieran de ello ¡Y la gente pagaba sus visualizaciones, creyendo sus mentiras!

Trasmigrando como alfa carne de cañón |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora