Parte 26

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Al darse la vuelta para ir a su habitación, Jeon Yu de repente fue consciente de algo y su paso se detuvo

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Al darse la vuelta para ir a su habitación, Jeon Yu de repente fue consciente de algo y su paso se detuvo. Giró la mitad de la cara para ver a Luo Bingwen, pero este ya no lo miraba, y en cambio, le había dado la espalda sacando verduras de la nevera. El ambiente no fluctuó y no hubo rastro de nada más. Como si no pasara nada, omega volvió la cara y subió las escaleras.

Lo que ocurrió en este momento no fue más que él dándose cuenta que su plan para pasar inadvertido frente a Luo Bingwen se había hecho añicos. A pesar de haber dado tantas instrucciones al tío Choi sobre cómo debía replicar la técnica del vendaje, de haber guardado cuidadosamente la ropa de jardinería y de haber escrito mensajes a Luo Bingwen diciendo que iba 'a quién sabe donde’ a ‘hacer quién sabe qué cosa’, al final había obviado el detalle más importante: regresó a la posada sin cambiar nada en absoluto. Con su aspecto actual sería sencillo develar su identidad.

Con este nuevo pensamiento, Jeon Yu quiso darse la vuelta, observar el rostro de Luo Bingwen y desde allí saber si su estado de ánimo era sospechoso. Sin embargo, no pasó un segundo antes de descartar la idea y volver la vista. Antes, de principio a fin todo había sido una conversación normal así que darse la vuelta ahora y preguntar no tenía mucho sentido. Hacerlo solo sería venderse en bandeja de oro. Por más que de un momento a otro estuviera pensando en sí Luo Bingwen lo había descubierto o no, las cosas ya habían llegado hasta aquí y no podía saberlo, así que fingió ser ignorante y siguió adelante.

Al llegar a la habitación tiró la ropa negra de alta costura a la basura y llenó la tina con agua tibia. Sumergido en este pequeño espacio, pensó en cómo se enfrentaría al hombre beta.

Aunque la otra persona lo había tratado bastante bien, nadie aseguraba que esto no cambiaría. A veces las personas aparentemente buenas solo eran buenas porque no tenían la suficiente fuerza. Después de obtener una oportunidad ¿seguirán siendo amables o intentarían algo despreciable para conseguirlo?

Esto no era algo que no hubiese pensado antes, pero era algo en lo que últimamente había bajado la guardia. Luo Bingwen le daba una sensación familiar como si fuese alguien en quien podía confiar. Pero llamar “familiar” a un desconocido porque le tendió la mano, solo sonaba bien en los cuentos de hadas.

Por el contrario, Jeon Yu recordaba la primera vez que una persona lo había apuntado con un arma. En aquel momento no entendía porque su amigo lo había golpeado, atado y lo amenazaba con dispararle mientras le pedía un rescate de números millonarios.

La situación era absurdamente desesperante. El otro gritaba: «¿Qué? ¿Somos amigos? ¿No tienes ojos? ¿Crees que no te mataré solo porque estas llorando? ¡Escúchame bien y ruega a tus padres para que transfieran el dinero! ¿Pensaste que me acerqué a ti porque me interesara una mierda tu vida? ¡Eres aburrido e insoportable! ¡Sin tu apellido no vales nada! ¡Bah, es una lastima que no eres tu hermano, de lo contrario, el rescate se haría más rápido y por más dinero!».

Trasmigrando como alfa carne de cañón |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora