La caja fuerte

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Tengo blindado el corazón bajo el acero
de una armadura de aguerrido mercenario.
Me voy al frente por amor
si me lo piden con clamor
y aún victorioso, vuelvo a casa solitario.

El alma entera la encerré en mi caja fuerte
por si me abaten, seguir vivo tras la muerte
haciendo amagos por arder,
como ave fénix al volver
sobre ceniza de la angustia del presente.

En esa estela de mis hielos congelados
que, en mi frialdad, dejó los llantos atrapados,
caerá metralla como tinta
que, sin compasión, impacta
haciendo mellas de los versos mutilados.

Y de esa herencia que me tiento a destruir
haré un legado que sea sólo para mí;
porque aún funesto mi glamur
y desterrado en el albur:
guardo mi llave... para cuando quiera abrir.


Expresión de una psicopatología mediante versos neuróticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora