Contrato.

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—Hey, es hora...

Una joven alfa de 21 años sonreía con aquellas palabras. Se asomó a su espejo una última vez, ajustando su corbata una última vez, acomodandola perfectamente en el cuello de su camisa.

Peino su cabello y tomó la rosa que había recogido hace un par de horas. Checo su aliento y a paso tembloroso camino por los pasillos de su hogar. Moría de nervios, estaba a nada de desamayarse y podía escuchar los latidos de su corazón sonar en sus oídos.

—Saluden a mi hija.— Hablo su madre una vez que entro al lugar, sonrió y solo se acomodó aún lado de sus padres y hermanas.— Marcy, ellos son los Waybright.

Su vista se centro en aquella hermosa rubia que estaba frente suyo. Ojos azules, cabello rubio, un cuerpo hermoso y un olor adictivo...

Una hermosa Omega.

—Es un gusto conocerlos.— Le sonrió a la rubia, pero está solo ignoró su sonrisa.

—Empecemos con esto.— Hablo su padre, invitando a los contrarios a tomar asiento. Marcy tomo asiento aún lado de sus hermanas, trato de centrar su mirada en otra cosa que no fuera la hermosa Omega que tenía frente de ella pero... Era imposible.— Un compromiso.

—Unir a las familias es algo que hemos buscado hace años, tanto mi primogénita como la suya ya tienen edad suficiente para que esté contrato se cumpla.— Marcy sintió la mirada del señor Waybright sobre ella, el mayor tenía un semblante espeluznante. La cicatriz que atravesaba su ojo lo hacía aún más temible.— Claro, si ustedes está de acuerdo.

—Mi hija es un alfa de clase alta, los mejores genes corren en ella. Esperemos que su hija cumpla con todas las espectativas que hemos puestos en las clausulas.

—Por supuesto.— Hablo está vez la señora Waybright.— Sasha es una buena Omega, sus estudios han salido perfectos y le aseguro que es la mejor candidata para Marcy.

—Eso esperamos...

Marcy sintió la incomodidad invadir su cuerpo cuando noto la mirada molesta de la rubia.

—Si me disculpan, tengo que ir al tocador.— Marcy volvió a sentir su corazón latir con fuerza al escuchar su bella voz.

—Por supuesto querida, Marcy te acompañará.— Su madre le dio una señal y ella acepto gustosa. Se apresuró a caminar a la puerta para señalarle el paso a la menor.

El silencio se hizo presente y podía notar el mal humor de la chica a kilómetros de distancia. Tenía que ser rápida y romper el hielo, pero no sabía que decir o tan siquiera que hacer.

—¿Sasha, cierto?— La Omega asintió.— Es un lindo nombre.

—Gracias.

Nuevamente, silencio.

Marcy tosió un poco para aligerar el ambiente, el baño más cercano estaba a un par de pasos y a decir verdad, el camino se volvía eterno.

Cuando la Omega entró solo pudo pensar en una y mil temas de conversación, necesitaba romper ese hielo que las dividía y saber más sobre esa dulce Omega. Al final de cuentas, pronto sería su esposa y pareja de por vida. Aún que hubiera preferido conocer a la chica de otra forma, agradecía a sus padres de comprometerla con ella.

Si, al principio el enojo se hizo presente. Tantos años de avance tecnológico y moral no han servido de mucho pues ese contrato fue creado con el fin de juntar riquezas, negocios y un simple apellido. Ser solo un objeto de riqueza no era específicamente algo para sentirse mejor, pero sabía que tarde o temprano sus padres la casarían con otra Omega para tener nuevas alianzas, tal vez una Omega más loca, más... Fea o incluso con un chico Omega.

Si... Marcy no era de las alfas que preferían a los chicos, se les hacía lindo, pero prefería ser ella quien llevará los pantalones en la relación además de su extraño conflicto con su respectivo género.

Aún así, sabía por lo que pasaban los Waybright, no era algo de que ocultar y tenías que ser o muy tonto o muy ciego para no darse cuenta de que los rubios estaban en quiebra.

—Sigues acá.— Escucho la melodiosa voz de la chica y sus sentidos se activaron.

—Si... Yo... Preferí espérate.— Respondió, regalándole a la rubia una sonrisa.

—Bien, termine.— Fue lo único que respondió. Marcy vio como empezaba a caminar hasta la sala principal, así que actuó rápido y tomo la mano de la menor. Su piel era suave, era como tocar una nube.— ¿Qué demonios haces?

—Yo...— Murmuró.— Pensé que, podría darte un recorrido...

—No es necesario.

—Creeme, no querrás estar en medio del alboroto..— Sonrió, jalando a la rubia para que caminara junto a ella.— Verás, el contrato tiene muchas cláusulas que nuestros padres ya estarán discutiendo.

—¿Y eso a mí que? De todas formas ya estoy en medio de este alboroto.— Gruño con molestia.

—Trato de hacer que te relajes, vamos, sígueme. Conozco un lugar donde te sentirás calmada.

Sasha suspiró, asintiendo ante la idea de la mayor. No podía negarse, al final de cuentas estaba amarrada a ella y tenía que obdecer cada una de sus órdenes a pie de la letra...

Caminaron nuevamente por el pasillo y solo escuchaba el parloteo de la mayor, sin embargo no prestaba anda de atención. Lo único que quería era que todo esto fuera una broma, una broma de mal gusto.

—Te noto tensa.

—Te noto calmada.

Marcy solo se encogió con aquella respuesta.

—Estoy calmada, digo ¿Qué puedo hacer?

—¿Tal vez acabar con este contrato?

Marcy negó.

—¿Quieres que tú familia se vaya a la ruina? Sasha, creo que deberías de ser más empática y menos egoísta...

Marcy se encogió de nuevo, abriendo una de las tantas puertas del hogar y mostrando un hermosos jardín. La rubia sintió el aire frío tocar su piel pero a decir verdad, no importaba.

La vista era hermosa, se podía oler el dulce aroma de flores y pudo ver a los pájaros acultarse entre los árboles y arbustos para descansar, pues el sol empezaba a ocultarse.

Era tan hermoso... Lástima que no podía disfrutarlo...

—Ten.— Hablo Marcy, extendiendo una hermosa rosa.— La corte especialmente para ti.

—No debías.

—Solo es una forma de demostrar el amor que puedo sentir por ti.— Hablo con una tierna sonrisa.— Quiero que llevemos todo esto en paz, se que es un desafío para ti pero, Sasha, te prometo que nada malo pasará... Te protegeré como el alfa que soy. Solo... Espero que un día lleguemos amarnos.

Amar...

Pero Sasha ya ama a otra persona...

Perdiiiiiiiii una apuesta....

Así que, aquí tienen a su Marcy alfa y a su Sasha pasiva.

Aparte de que Marcy tendrá problemas de identidad de género ¿Por qué? Porque a veces me reflejo en Marcy ftm y yo soy un chico y soy el escritor y... Puedo hacerlo.

Siento raro haciendo esto, pero siento que también me gustara.