||Omegaverse||
La familia Waybright está en quiebra, la única manera de salvarse es comprometer a su hija mayor con la mayor de la familia Wu-Leviathan.
-Acepta está rosa en señal de amor.
La alfa estaba completamente enamorada.
-Por ti solo siento...
-Ese traje se te ve hermoso.- Elogió su madre, Marcy sonrió y solo se observo en aquel enorme espejo, acomodó su saco y sonrió al ver lo bien que le quedaba.-El verde es tú color.
-Gracias mamá.
El sastre tomo sus medidas, se metió a los cambiadores para quitarse aquel traje y ponerse su ropa habitual y al salir solo pudo ver a su querida madre dar órdenes claras.
La boda estaba cerca y Marcy no podía estar tan emocionada por ello. Las cosas estaba ya listas, ceremonia, comida, el baile, todo estaba apunto de cumplirse. Pero le daba miedo el actuar de la Omega.
Desde el incidente de la fiesta, Marcy no había visto a Sasha. Era como si la misma familia Waybright la estuviera ocultando de ella. Era un tormento algo doloroso para la alfa pues desearía conocer más a la que iba a ser su esposa.
-Mamá.- Llamó a la mayor.
-Dime mi vida.- La sonrisa de la mayor solo le dio seguridad a Marcy, tomo un respiro y seco sus manos sudorosas.
-Queria ver si... Tu pudieras hacer que Sasha y yo tuviéramos una cita...- La mayor se quedó pensando, haciendo un puchero como forma de demostrarle a su hija que estaba pensando en una posibilidad.- Quiero conocerla mejor, saber que le gusta y que podría hacer para que todo esto sea más ligero para ella.
-Como siempre solo piensas en los demás mi solecito.- Sonrió.- Le diré a los Waybright, después de todo no pueden decir que no. El contrato marca que ustedes convivan y están a nada de vivir juntas. Ten por seguro que podrás tener aquella cita.
Marcy sonrió con la aprobación, se sentía como una niña mimada y es que Marcy, Darcy y Marky eran todo para sus padres. Aún que Marcy sabía que la más consentida de la familia era la dulce Omega Darcy.
-Gracias mamá.
Le emocionaba la idea, ya estaba pensando en dónde llevarla y que hacer. Por obvias razones sabía perfectamente que Sasha era una chica material, seguramente la llevaría de compras, algún lugar como Chanel, Gucci, Valenciaga o aquellas marcas que tanto añoran las personas.
No sabía bien los gustos de la Omega, pero podría saberlo, así seria más fácil escoger que regalos darle en un futuro.
Tomo su celular, escribiendo rápidamente un mensaje de texto a sus queridísimas hermanas.
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-No quiero hacerlo.- Susurro Sasha, sientiendo las caricias de la menor sobre su cabello.
-Podemos escapar.- Murmuró Anne.
Las dos se encontraban en la cama de la rubia, aún si corrían el riesgo de ser atrapadas no podían evitar acostarse y acurrucarse juntas. Sasha sobre el pecho de la alfa, escuchando los latidos de su corazón.
-Llevar a tus hermanas para que no corran por lo mismo.
-No quiero dejar a mis padres así, estarían en la cárcel si no lo hago.- Sasha se levantó, viendo a los ojos de la castaña. Esos ojos que le traían seguridad.- Además, Marcy es tu mejor amiga ¿No?