RUBY [DEMO]

CAPÍTULO 15 - 9 MESES

[Los primeros meses fueron muy tranquilos. Veía muchos cambios en mí, como era de esperar en un embarazo.
Christopher y yo manteníamos distancias, él quería que mi embarazo fuera tranquilo, yo también, y no tener que verle apenas la cara era lo mejor. Apenas nos hablábamos o encontrábamos. Alguna vez casual en la cocina o pasillos, o momentos de reconocimientos médicos en los que insistía estar.]

Era primavera, en un día soleado pero aún fresco.
Ahn estaba relajado mirándose la barriga con mimo ante el espejo.

- ¿Ya se va notando, huh? Que redondita -pensó con cariño.

Con sigilo, Christopher había entrado a su habitación y estaba mirándole en silencio; pero fue corto el tiempo que pudo hacer esto, ya que Ahn notó su presencia rápidamente.

- LÁRGATE DE MI HABITACIÓN -le gritó haciendo que Christopher, como un crío con cara de tonto, saliera por patas-. CHS. IDIOTA.

[Otro mes paso, y los médicos querían decirnos el sexo. A mí aquello me daba igual, pero él estaba ansioso de saberlo.]

Conducía entusiasmado mientras Ahn miraba con desgana por la ventana, iban de camino a la primera ecografía que les diría el sexo del bebé.

- ¿Llevas el cinturón cómodo? -preguntó con ternura.

- Sí, estoy bien -replicó serio, sin mirarle.

- ¿Qué crees que será?

- No me importa cual sea el sexo del bebé, ¿a ti si?

- Me gustaría un niño -contestó con una sonrisa ilusionada-. Me encantaría tener un niño pequeño.

- Ja... -le miró-. ¿Un mini tú?

Arqueó una ceja con vacile y disgusto, el italiano le miró por un segundo antes de devolver los ojos a la carretera.

- O tú.

- Ya... -respondía sin creerle-. ¿Y qué pasa si es una niña?

Por un breve instante, se hizo silencio.

- Nada -dijo finalmente-. Estaré feliz con una niña también. Pero siempre he querido tener un niño, ya sabes para jugar al fútbol con él... Los coches... -divagó.

- ¿No puedes hacer todas esas cosas con una niña o qué? Que retrógrado eso por tu parte Christopher... -dejó de mirarle volviendo a dirigir la mirada a lo que veía a través de la ventanilla.

- Touche... -le daba la razón suave-. Que le voy a hacer Ahn, tú eres el que va más adelantado a su época. Haría todas esas cosas igual con una niña, sí.

- Ahora mismo, solo vamos a saber su sexo -dijo con seriedad volviendo a mirarle. Christopher tan solo asintió concentrado en la conducción.

Llegaron a la sala donde trabaja el doctor que siempre les atendió en casa, la familia de Christopher le pagaba muy bien por las visitas personales, pero en este caso, debido a la maquinaria que necesitaba, eran ellos quienes tenían que ir.