RUBY [DEMO]

CAPÍTULO 10 - DEMONIO, ¿CUÁL DE TODAS ES TU VERDADERA CARA?

LA GALA.

09:45 PM
— Si Iza estuviera aquí, sabría decirme que cojones ponerme —decía Nicole en alto con estrés intentando escoger un outfit para ir a esa gala que tanto temía él.

— Si Iza estuviera aquí, te diría que no vas a ir esa gala —le respondió mirando hacia otro lado con seriedad.

— Troy... —se giró a mirarle con las manos llenas de ropa.

— No voy a dormir hasta que no estés de vuelta. Sea la hora que sea.

Él estaba apoyado en el marco de la puerta de la habitación, en pijama y cara de cansancio.

— Llevaré el comunicador —dijo rápida volviendo a poner su atención en la ropa, dándole la espalda a Troy.

— Bien —contestó separándose de la puerta listo para dejarla terminar de vestirse. Aunque fue incapaz de no decir algo más al respecto, por lo que se volvió a girar hacia ella.— ¿De verdad vas a ir? —cuestionó agobiado.

— Troy —le miró directamente a los ojos, a lo que él respondió con un gesto corporal que dejaba ver su angustia, sin no decir nada más.

11:05 PM

Llegó al evento. Como outfit final llevaba un mono largo negro de cuello alto, con mangas también largas, junto con unos guantes negros, que hacía parecer todo de una pieza. Unas botas militares también de color negro y una chaqueta azul marino que dejaba caer en sus brazos. Para este outfit, dejó suelto y alborotado su cabello, ahora natural de ese color, rojo rubí. De maquillaje tan solo se maquilló la piel blanco roto de su viejo color de piel blanca humana.
El lugar creaba un ambiente dorado por las luces de lámparas de cristales, dando un aspecto muy lujoso; muy alejado de la clase de cosas que le gustaba a nuestra pelirubí. Plagado de personas en traje y las mejores joyas que cada uno podía portar. Incluso algunas personas llevaban máscaras.
Parada en el centro del lugar, al fondo, en la barra, alguien captó su atención.

Su intuición le hizo fijarse detenidamente en aquella alta mujer en un vestido rojo oscuro finalizado en pedrería, riendo junto a un hombre que le triplicaba la edad. No es que no hubiera más "parejas" así a lo largo del lugar, las había, pero aquella mujer, que a diferencia del resto de asistentes no bebía ni un solo trago, se veía sumamente complaciente con el hombre... Y a Nicole... Algo le decía que esa situación estaba fuera de lugar. Claro que podría ser un sugar daddy con su sugar baby, pero esa mujer le parecía diferente.