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Cada acción tiene su reacción... Y puede ser bastante inesperada

Bien, cada vez estábamos más cerca de Diciembre, fechas alegres y días festivos. Planeaba hacerle algún presente a Sofía, tenía la mínima esperanza de recuperarla, aunque había aceptado que no tenía chance tenía la esperanza de que con las acciones correctas podría reconquistarla.

Fui planeando cada detalle para la carta: el color, el contenido, el mensaje, los dibujos, etc. Tenía planeado ganarme su corazón de la mejor manera.

—¿Crees que funcione? —me preguntó Frank, quien sabía de mi plan desde un inicio—. Ella podría hacerte pedazos si tiene la oportunidad.

—La conozco, sé que no lo hará —dije algo nervioso, a decir verdad sabía que esa era una posibilidad pero lo quería afrontarla—. Espero que no lo haga.

Al día siguiente en el instituto me había encontrado con Melanie, una amiga que me había aconsejado y ayudado desde que empezó todo este problema, ella siempre ha sido una gran amiga y siempre ha estado para mí, se ganó mi respeto, gratitud y cariño.

Le conté mi plan de hacerle la carta a Sofía para recuperar su cariño— aunque a este punto ya me sentía demasiado psicópata— pero no pareció muy feliz, me miró con una expresión de preocupación y me dijo con una nota de angustia en su voz:

—No creo que sea buena idea —me dijo Melanie, se notaba que no quería que me rompieran el corazón, siempre ha sido demasiado empática y eso es lo que me gustaba de ella—. Ella quiere a alguien más, no creo que pueda gustarle.

—Gracias por el apoyo —dije sarcástico, no estaba molesto con ella, pero se sintió feo que ella dijera esas cosas.

—Te lo digo enserio —me empezó a decir con notable empatía y sutilidad en su voz—: Ella se siente atraída por alguien más, por favor entiéndelo, sé que duele, se que no eres mal chico pero debes entender que su historia ya acabó, ya no ha más que seguir, no hay más que hablar, entiéndelo: Se acabó.

No respondí nada porque sabía que era verdad, pero en ese momento me quebré por dentro, quería llorar pero como siempre me aguanté las ganas.

Melanie me abrazó y se quedó conmigo hasta que me calmé, ella siempre es y será una gran amiga, y le agradezco por estar ahí.

*

Bien, mi plan se venía abajo, mas no voy a retractarme, si le doy la carta a Sofía significará un cierre en mi historia, será el final de un capítulo de mi vida y estoy dispuesto a aceptar ese final.

Tal vez todo este tiempo había sido un amor no correspondido, tal vez no había significado nada para ella pero para mí fue todo, su sonrisa, sus bellos ojos, su voz, sus caricias, su cabello, su manera de ser, amaba todo de ella pero debo ver las cosas con claridad y entender que no puedo seguir buscándola, eso me haría demasiado daño.

De cualquier manera, no me preocupé mucho por eso. Decidí no amargarme la vida y empecé a redactar la carta. Una hora después, estaba lista.

Faltaban algunas semanas para el intercambio de navidad, así que decidí enfocar mi mente en otras cosas. Estudié para varios exámenes, leí varios libros y releí mis favoritos los cuales yacían en mi colección especial, dibujé, canté varias canciones de Morat a todo pulmón, salí con amigos, disfruté de todos esos días esperando a que llegara diciembre.

Pasaron varios días, había llegado el sábado y me propuse pasar el día con Eric y Mikhael, fuimos a casa de este último ya que nos propuso ir a visitarlo para pasar el día.

Eric me vino a buscar y nos fuimos a casa de Mikhael, al llegar nos recibió con una cálida sonrisa.

—¿Y qué tal vas con tu situación? —preguntó Eric, queriendo hacer platica mientras nos jugábamos un partido de Fifa.

—Es... complicado —respondí un tanto nervioso.

—Contigo siempre es así —soltó Mikhael en tono de burla, lo que me hizo enojar un poco.

—Miren, no es sencillo, es alejarme de aquella persona a la cual ame y amo como loco, es entender que la historia se acabó —dije con un notable agotamiento en mi voz, como si estuviera cansado de esa situación; y vaya que sí lo estaba—. Sé que no entienden por lo que paso pero traten de ser empáticos.

Luego de esa pequeña discusión, Mikhael sacó tres bolsas de Doritos, dos botellas grandes de Coca-Cola y un par de chocolates, comimos como locos para olvidar esa discusión y poder disfrutar la velada. Eric y yo pasamos la noche en casa de Mikhael, al día siguiente cada quien fue a su instituto y yo me encontré lo que menos quería: Sofía besándose con alguien más.

Con O Sin Tí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora