El pánico se apodera de Halley al verse envuelta en aquella situación en la que se encontraba en ese momento. Jamás en su vida había estado en algo similar como aquello. Estaba en peligro de ser detenida por la policía a causa de estar en un lugar en el que se supone que no debería estar, y todo por ir a una fiesta.
¿Qué pasaba? Desde que había ingresado al internado solo había conseguido meterse en líos, líos que jamás en su vida había tenido.
Y por alguna razón todos pasaban cuando Hunter Hayes estaba cerca de ella, como si fuera un amuleto de la mala suerte.
Una estampida de chicos que huían pasa por donde estaba ella parada, separándola de Thomas.
—¡Halley! —le grita este.
Alexa se había caído y estaba en el suelo.
—¡Thomas!
—Ya voy —mira a Halley— Espérame ahí. Voy por Alexa.
Se va corriendo por Alexa.
Halley mira hacia todos lados con temor, hasta que siente que alguien la jala del brazo. Al mirar hacia la persona ve que se trata de Hunter.
—Suéltame.
Él la ignora. Caminan hacia una pared de madera, a la cual Hunter le mete una patada abriendo un hueco en ella.
—Date prisa —dice él.
—No, no puedo ir contigo.
Hunter sale por el agujero, haciendo que Halley también salga.
Están del lado contrario a la calle en donde estaba la patrulla.
—¿Qué haces? —le pregunta ella.
—Sacarnos de aquí, ¿o es que querías pasar una noche en una celda?
—No tenías que hacerlo. Thomas me dijo que lo esperara. Debe andar buscándome.
—No había tiempo para eso. Si te hubieras quedado más te habrían atrapado —cruza una cerca perimetral— Yo he pasado noches en una celda y puedo con eso. ¿Tú?... Lo dudo.
Le ofrece la mano a Halley para ayudarla a cruzar la cerca también.
Esta frunce el ceño.
—No iré contigo a ningún lado.
Escucha las sirenas. Aquello la hace agrandar los ojos y apresurarse a cruzar la cerca.
Por instinto toma la mano que Hunter le ofrecía para poder cruzar el alambre.
Al estar del otro lado del alambre, mira su mano, la cual aún Hunter sostenía. Se apresura a separarse de su agarre. Luego empieza a caminar por el medio de los árboles.
Él la sigue. Cuando ella se percata de su presencia se detiene, dándose cuenta de que tal vez no había sido tan buena idea internarse ahí con él.
—¿Por qué me sigues? —pregunta nerviosa.
—No te sigo, solo voy en la misma dirección que tú —camina hacia ella— Aunque pongámoslo así: un bosque tenebroso, una chica indefensa, y un chico al que todos parecen temerle. Podría ser el escenario perfecto para un crimen.
Halley traga grueso.
—¿Qué pasa? ¿Te da miedo? —le pregunta él.
—Yo no te tengo miedo.
Hunter se le acerca paso al paso.
—¿Lo dices porque me pegaste con un libro y me mordiste? ¿Qué tal si simplemente te dejé hacerlo? —la mira a los ojos— ¿Qué tal si ahora me las cobro?
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ENAMORADA DEL DIABLO
Teen FictionHalley Roosevelt ingresa a estudiar a un internado gracias a una beca. Al llegar allí lo primero de lo cual es advertida es sobre un chico llamado Hunter Hayes, a quien otros alumnos le temen al grado de apodarle "El diablo". Ella, queriendo que su...