Halley regresa a su habitación luego de encontrarse con Hunter.
Al entrar se sienta en la cama. Recuerda las palabras de él, aquello que le dijo que el problema se basaba en que se trataba precisamente de él.
Y en parte era cierto. Halley nunca se imaginó cruzarse en su camino con un chico como él.
Hunter no era el tipo de chico con el que ella se imaginaba teniendo algo. Siempre que pensaba en su primer amor, se imaginaba que este fuera con un chico como Thomas.
Thomas sí era el tipo de chico con el que ella se habría imaginado.
Sabía que tal vez estaba siendo injusta, pero a su vez sentía que no podía permitirse estar con alguien como Hunter, porque él solo significaba problemas, y ella ya lo había comprobado.
Y lo que ella menos necesitaba eran más problemas, al menos en el internado, porque eso podría costarle perder su media beca, y peor aún ser expulsada.
Además, ella, quien siempre trataba de ser una buena hija, no quería defraudar a su padre de ese modo.
Por ello no podía permitirse nada con aquel chico apodado el diablo, independiente de si le gustara o no.
Al día siguiente, al llegar a la cafetería, ve a Jade, así que se sienta con ella.
—Hoy faltaré al entrenamiento —le dice esta—. Tengo malestares menstruales y no me apetece hacer muchos movimientos bruscos.
—Tenemos un partido el fin de semana. ¿Crees poder asistir?
—Obviamente. De aquí a allá estará más que bien.
En ese instante, Halley ve entrar a Donovan y Jacob.
Tras de ellos entra Hunter.
Ella oculta la mirada.
Cuando ellos pasan cerca de la mesa se queda quieta, esperando si Hunter le decía algo o la miraba, pero este apenas la mira de reojo y va con los chicos hacia otra mesa.
Parece que la ignoraba.
Por algún motivo eso le dolía a ella.
Jade le habla.
—¿Crees que vayamos a ganar el partido del fin de semana?
—Emmm... sí, claro que sí.
Más tarde va a ver a Thomas en la piscina, quien se preparaba para una competencia interna en la cual elegirían al representante del colegio para una competencia interestatal.
Cuando él la ve nada hasta estar cerca de ella y se quita las lentes de agua.
—¿Llevas mucho tiempo ahí?—Le pregunta.
—No, solo un poco.
—¿Y? ¿Qué tal cree que lo hago?
—Pues eres muy veloz nadando.
—No solo es necesario ser veloz. También se debe tener buena destreza.
—No sé mucho de natación, pero creo que tienes buena destreza.
Él le salpica un poco de agua, haciéndola sonreír.
Luego él sale del agua.
—El jueves es la competencia luego de clases. ¿Asistirás?
—Por supuesto. Te invitaría al partido del sábado, pero se jugará en otra escuela.
—Creo que no hay problema con eso. Iré a verte.
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ENAMORADA DEL DIABLO
Teen FictionHalley Roosevelt ingresa a estudiar a un internado gracias a una beca. Al llegar allí lo primero de lo cual es advertida es sobre un chico llamado Hunter Hayes, a quien otros alumnos le temen al grado de apodarle "El diablo". Ella, queriendo que su...