Halley mira con temor la escena ante ella. El tipo de la moto tiene una navaja y amenaza a Hunter con esta.
Hunter, por su lado, luce tranquilo, como si no tuviera ni una pizca de miedo.
—Bien. ¿Qué esperas, rata? —lo llama con el dedo.
El sujeto furioso se lanza sobre él, pero Hunter esquiva sus intentos de apuñalarlo.
Halley está congelada viendo la escena. Lo próximo que ve es a Hunter lanzarle una patada en la cara al tipo, quien cae al suelo soltando la navaja.
Hunter aprovecha esto y se lanza sobre él golpeándolo. Halley se horroriza al ver la escena de violencia, así que sale huyendo.
El desconocido, con la boca llena de sangre, levanta las manos pidiendo piedad.
—¡Ya basta!
Hunter lo mira con indiferencia, pero se aparta de él. Luego toma la navaja.
El tipo, luciendo temeroso, se sienta y lo mira con miedo, pero Hunter va hacia la moto y la levanta.
—Aquí tienes, mariquita —camina nuevamente hacia el sujeto y le lanza algunos billetes. Después se agacha a su lado —. Espero que esto compense el "gran daño" que sufrió tu moto—le lanza a su lado la navaja y se va.
Halley, por su lado, llega corriendo hacia donde había más personas. Iba corriendo, cuando alguien le habla.
—Halley, ¿en dónde estabas? Llevo rato buscándote.
Ella trata de calmarse.
—Yo... —se acomoda el cabello.
—Estaba por allí.
—¿Todo bien?
Ella asiente.
—Ven. Vamos a ver otra presentación para después irnos.
—Recuerda que solo nos dan permiso de estar fuera hasta las 20:00 horas.
Se van camino a la tarima.
Más tarde han vuelto al internado.
Halley se baña, para después colocarse un pijama. Seguidamente, se va a su cama. Estando allí recuerda todos dos los sucesos de ese día.
Recuerda la rudeza con que vio a Hunter golpear a aquel sujeto.
Eso le confirmó algo, que Hunter era alguien de temer.
Días después llegaba a su clase menos favorita, la de laboratorio de biología. Esta era su menos favorita, no por la materia en sí, sino por su compañero de mesa.
Y en efecto, al entrar al aula lo ve.
Él estaba sentado allí sin su saco, solo con su camisa y corbata.
Ella camina lentamente hacia él. Al llegar a su lado, este levanta la vista y la mira.
—Tú... ¿No me piensas devolver mi medalla?
—La robé, ¿recuerdas? —aparta la mirada—Te dije que si la querías intentaras quitármela.
Halley, a sabiendas de que no podía hacer eso, se da por derrotada.
Poco después el profesor entra al aula.
—Bien, jóvenes. Tienen un nuevo experimento hoy. De este tendrán que entregar un trabajo escrito la próxima semana.
Les entrega las páginas con las indicaciones.
Terminado el experimento, Hunter toma la página con las anotaciones y la guarda.
—¿Podrías darme eso?
—¿Para?
—Pues la necesito, para hacer el trabajo.
—Siempre quieres hacerlo tú. Esta vez cambiaremos las cosas— Se coloca su mochila en la espalda y se pone de pie.
—Pero...
—¿Qué? ¿Tú eres la inteligente y yo soy el tonto? Piensas que si yo lo hago saldrá mal, ¿no?
—No dije eso.
—Pero lo piensas —dice acomodando el cuello de su camisa.
Luego mira de reojo a Halley. Sin decir más, se va.
Ese mismo día en la tarde, Halley estaba sentada en su escritorio de la habitación.
—Sé que él no hará nada. Solo se dedica a intimidar a los demás y a golpearlos —muerde su lápiz—. Necesito esa página, pero ¿cómo la consigo?
Decide hacer algo muy tonto y arriesgado: ir a la habitación de Hunter.
Al llegar a esta se para en la puerta dudando por un instante, como si creyera que no saldría viva de ahí dentro.
Toca, pero no obtiene respuesta. Está por irse, cuando la puerta se abre.
Hunter aparece, mirándola fijamente.
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ENAMORADA DEL DIABLO
Dla nastolatkówHalley Roosevelt ingresa a estudiar a un internado gracias a una beca. Al llegar allí lo primero de lo cual es advertida es sobre un chico llamado Hunter Hayes, a quien otros alumnos le temen al grado de apodarle "El diablo". Ella, queriendo que su...