❝ TaeHyung nunca fue un omega común. ¿Qué es lo que lo hace especial?, es extremadamente fértil. Podría crear un clan completo de lobos fácilmente si lo deseara. Debido a esto, sus celos son más fuertes que los de un omega normal, y sus feromonas má...
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— ¿Estás seguro de que quieres volver? — preguntó inseguro el alfa.
Ambos se encontraban parados frente a las grandes puertas de la universidad. Ya había pasado una semana desde su reencuentro y ahora TaeHyung estaba decidido a volver, ya no quería seguir perdiendo más clases.
— Lo estoy — respondió firme, JungKook asintió y tomó su mano entrelazando sus dedos, para luego adentrarse al lugar.
Cabe destacar que el mayor también estuvo faltando. En ningún momento dejó al omega solo, y la verdad es que no tenía planes de hacerlo.
Le había pedido a YoonGi que hablara con el director y le explicara lo sucedido, para que este les permitiera tomar las clases juntos y así no tener que separarse.
Al principio el hombre se había negado rotundamente argumentando que era una violación a las reglas de la institución, y que si se los permitía tendría que también permitírselo a todos los alumnos. Pero luego de escuchar un mini resumen de lo que había sucedido anteriormente, de que estaba en presencia de una pareja destinada, y sobre todo del estado de TaeHyung, no le quedó más remedio que acceder a la petición, con la única condición de que cuando el omega cumpliera los 4 meses de embarazo debería dejar de asistir por precaución.
La pareja se encaminó rumbo a la cafetería, al ingresar trataron de ignorar las miradas de todos los estudiantes que se encontraban allí y dedicarse a buscar las llamativas cabelleras de sus amigos.
Cuando finalmente dieron con ellos en una de las mesas de atrás, TaeHyung soltó la mano de JungKook y corrió con alegría hacia el grupo que los esperaba.
— No corras, Tae — suplicó el castaño, siguiéndolo de cerca, vigilando que su pareja no se fuera a tropezar.
— Tranquilo, amor, no soy estúpido — el nombrado arqueó una ceja, pero que mentira más grande. Kim TaeHyung era, por mucho, la persona más adorablemente torpe que había conocido.
— ¡Rositas! ¡Volvieron! — saludó con euforia el peli naranja, el pelinegro tomó asiento en el lugar vacío al lado de HoSeok, recibiendo el cariñoso abrazo que este le ofrecía.
JungKook se sentó a un lado de su omega y pasó uno de sus brazos por los hombros contrarios.
El alfa estaba por saludar a su mejor amigo, cuando su mirada se dirigió al peli naranja y a la marca rosa en su cuello, no pudo evitar abrir los ojos, sorprendido.
— ¿¡Ya marcaste a JiMin?! — chilló, mirando a YoonGi quien asentía orgulloso. TaeHyung recién se percataba de la situación, al instante lanzó un grito que pudo dejar sordos a todos los alumnos.
— ¡¿Qué?! — el pelinegro, todo descontrolado, pasó literalmente encima de Hobi y se ubicó al lado de JiMin y observó su marca con atención y admiración — ¡¿Estás marcado y no me lo dijiste?!, qué mal amigo.
