❝ TaeHyung nunca fue un omega común. ¿Qué es lo que lo hace especial?, es extremadamente fértil. Podría crear un clan completo de lobos fácilmente si lo deseara. Debido a esto, sus celos son más fuertes que los de un omega normal, y sus feromonas má...
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— Esto es una mierda.
— Tienes toda la razón — gruñó el pelinegro.
— Me duele la espalda — reclamó el peli naranja.
— Los pies hinchados — JiMin asintió estirando su brazo para alcanzar su batido de fresas.
— No puedes dormir boca abajo — volvió a quejarse TaeHyung.
Ya habían pasado siete meses desde el cumpleaños de JungKook. Ahora yacían ambos omegas amigos desparramados sobre el sofá con una muy notable panza. Un pelinegro con ocho meses de embarazo y su mejor amigo siguiéndole por muy poco.
TaeHyung ya sentía ganas de lanzarse por una ventana, no lo hacía nada más porque no era tan malvado como para arrastrar a sus cachorros a la muerte y dejar al inútil de JungKook solo.
Su barriga era mucho más grande que la del peli naranja, bueno eso era obvio, tenía tres crías de lobo creciendo en su vientre, mientras su mejor amigo solo una.
Y por primera vez sentía tanta envidia de él.
Maldito sea Jeon JungKook y su buena puntería.
Joder, es que apenas y podía levantarse de la cama. Más que embarazado parecía un parapléjico panzón.
Sus antojos habían aumentado notablemente, al igual que sus cambios de humor.
Se ponía muy triste cuando su alfa tenía que salir, ya sea a la universidad o a comprar. Se enojaba cuando volvía y le reprochaba porque lo dejaba solo, pero luego recordaba que el castaño salía a comprar comida para él, se le pasaba y lo llenaba de mimos.
Algunas veces a la semana solía juntarse con JiMin para quejarse con él acerca de todo lo que le estaba pasando, el chico lo entendía. Así que ambos armaban un complot en contra de sus alfas y los atacaban cuando llegaban.
A TaeHyung le dolía en el alma admitir que su ropa ya no le quedaba, solo utilizaba poleras de JungKook y pantalones chándal lo más holgados posible.
El no poder salir al bosque a correr o caminar lo tenía estresado. Dormía muchísimo más que antes.
Extrañaba aquellos tiempos donde sufría de insomnio casi todas las noches, ahora parecía un puto tronco durmiendo sobre el aún inmenso nido que seguía sumando prendas.
— ¿Ya tienes pensado algún nombre? — le preguntó al peli naranja.
— Me gusta Min ChaeWon, es un nombre unisex, así que le queda bien a cualquier género.
— Es realmente bonito, ¿qué dijo YoonGi?
JiMin terminó de beber su malteada, pero de todos modos entre sus manos jugaba con el vaso de cristal.
— No le he dicho, pero me vale verga lo que piense — murmuró con el ceño fruncido señalando a su vientre — Yo soy quien lleva al cachorro, así que yo escogeré el maldito nombre.
