O28

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1 año después

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1 año después...

El omega caminó tranquilamente a través del enorme campo de flores, entre sus manos cargaba una gran manta y una canasta llena de comida.

Colocó la manta sobre las flores y luego se sentó en el lugar. Miró a su alrededor y sonrió ante los recuerdos que lo invadieron.

En aquel campo de flores donde habían sucedido muchísimas cosas. Si mal no recuerda allí fue donde JungKook lo anudó por primera vez y él quedó embarazado.

En aquel campo fue donde jugando a corretearse con el castaño, comprendió que este era su pareja destinada, y no pudo estar más feliz con ello.

Unos gruñidos y balbuceos lo sacaron de sus pensamientos. Miró hacia atrás y rio cuando vio a su alfa siendo perseguido por tres lobitos.

Sus cachorros ya tenían un añito y un par de meses, ya a punto de cumplir dos años, hace unos dos meses habían aprendido a caminar y a transformarse en lobos.

Resulta que el pequeño EunWoo si era especial, él era la combinación de sus lobos. Mantenía esos ojos anaranjados pálidos, y en su forma lobuna, su pelaje era negro con las patitas y orejas blancas. Realmente tierno.

Las dos gemelas dejaban de ser gemelas cuando se convertían en lobos, MiSuk era de un color gris brillante, mientras que MinHee era blanca por completo.

No pudo evitar reír como desquiciado cuando vio a ese imponente y enorme lobo negro tropezar con una rama y caer directo al suelo. Lo más gracioso fue ver como los cachorros se subían encima de él.

Ya vengan a comer — los llamó a través de una especie de lazo familiar que habían creado.
No era tan íntimo como el lazo de parejas, esta conexión solo le permitía comunicarse telepáticamente con sus cachorros y alfa.

Los cachorros dejaron abandonado a JungKook y corrieron hacia él en busca de los alimentos.

— Transfórmense, no les daré de comer en la boca — les aclaró.

Los lobitos sin rechistar obedecieron. Muy pronto, tres hermosos infantes tomaron asiento a sus lados, formando un pequeño círculo, obviamente dejándole un lado a su padre alfa.

TaeHyung le tendió a cada uno, una pequeña botella de agua para que lavaran sus manitas.

— Dios, tengo mucha hambre — habló JungKook llegando y sentándose al lado de sus hijos, frente al pelinegro.

Estaba por meter las manos a la canasta en busca de comida, pero un manotazo lo hizo encogerse.

— Tus cachorros se están lavando las manos, no dejaré que tú comas así todo sucio.

Tomó otra botella de agua e imitó la acción de sus cachorros.

Muy pronto la familia estaba comiendo cada uno su porción de pastel de chocolate preparado por el omega.

Mi omega especial ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora