O24

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Y ahí estaba, sentado en uno de los sofás del living, mientras veía a su omega embarazado, sentado tranquilamente frente al fuego, comiendo un

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Y ahí estaba, sentado en uno de los sofás del living, mientras veía a su omega embarazado, sentado tranquilamente frente al fuego, comiendo un... Eh, ¿qué demonios era eso?

Hoy, después de muchas faltas, decidió ir a la universidad para ponerse un poco al día con todos los contenidos atrasados. También tomó apuntes de más para poder ayudar a TaeHyung.

Odiaba con todo su ser dejar al menor solo, por lo que había llamado a su mejor amigo para que se quedara con él.

No lo malinterpreten, sabía que el omega era excelente en defensa personal, tenía la mano pesada y lanzaba patadas que te atrapaban desprevenido.

Pero lo hacía por mera seguridad, TaeHyung no podía pasar momentos de estrés, y tampoco realizar movimientos violentos. También lo hacía por su propia salud mental y la de su lobo, porque estando en la universidad, sabiendo que su omega estaba embarazado y solo en una cabaña en medio de la nada, no ayudaba mucho a su tranquilidad y concentración, las cuales necesitaba si es que quería graduarse y hacer que TaeHyung también lo hiciera.

Cuando volvió a la cabaña, se había encontrado a su mejor amigo sentado en una sillita al rincón acariciando su brazo. Y a TaeHyung comiendo lo que suponía era una caja de donas con crema pastelera y encima salsa de tomate.

Solo esperaba que no le diera diabetes.

— ¿Qué fue lo que te sucedió? — le preguntó a YoonGi. Este miró en dirección al pelinegro para asegurarse de que no lo escuchara.

— Tu omega está loco, JungKook — JungKook frunció el ceño divertido.

— ¿Qué dices?, mi bebé es la cosita más adorable del mundo — Min negó reiteradas veces.

— Él me dijo que pidiera una caja de donas a domicilio — comenzó explicando mientras se acomodaba — Le dije que no, que ya tenía suficiente con los antojos de JiMin...

— ¿Sabes que jamás debes negarle un antojo a una persona embarazada? — lo interrumpió el castaño riendo, ya se hacía una idea del resto de la historia.

— Lo sé, pero no tenía idea de que podía reaccionar de tal manera — se dispuso a seguir con su triste relato — Él me arañó y me pellizcó el brazo, también me arrojó esta silla, la cual por suerte logré esquivar.

JungKook tapó su boca para evitar soltar una serie de carcajadas en la cara de su pobre amigo.

— Me dijo un diccionario entero de palabrotas, incluso unas groserías que no tenía idea que existían — negó dramáticamente — Y finalmente me ordenó que me sentara aquí, y que no me moviera hasta que tú llegaras. Así que tuve que pedir las donas.

— Mi Tae no tiene la culpa de que seas un completo inútil cuidando omegas — reclamó — Pobre JiMin.

— Yo soy un excelente padre — se excusó inflando su pecho con orgullo.

Mi omega especial ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora