O22

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— ¿Qué? — preguntó el alfa descolocado

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— ¿Qué? — preguntó el alfa descolocado.

— Quiero que me marques, alfa — repitió, JungKook lo miró a los ojos en busca de alguna señal de broma.

Pero era imposible que el menor jugara con algo así, además en el momento en que su aroma se intensificó haciendo que su lobo se volviera loco en su pecho, comprobó que no era ningún chiste.

— Es por lo de tu padre, ¿verdad?

— No, realmente quiero que me marques, quiero ser tuyo definitivamente. Después de todo lo que ha sucedido, estoy seguro de que quiero pasar el resto de mi vida junto a ti — expresó el pelinegro tomando las mejillas de su pareja — Quiero ser tu omega y llevar tu marca.

JungKook sonrió y tomó los muslos del menor para levantarse, este enroscó sus largas piernas en su cintura y se acercó al cuello del alfa para lamer la zona, mientras este se dirigía a toda prisa a la habitación.

Apenas llegaron, el castaño recostó a TaeHyung en la cama y comenzó a quitar toda su ropa, casi desgarrándola en el proceso.

— ¿Estás completamente seguro de esto, Rositas? — preguntó por última vez colocándose sobre el cuerpo del contrario — Después no podré detenerme.

El omega colocó sus brazos alrededor del cuello de JungKook para atraerlo y besarlo de manera apasionada, JungKook tomó aquello como un sí y no dudó en profundizar el beso, comenzando un juego brusco entre sus lenguas.

Se separó del pelinegro para quitarse la camiseta y los pantalones, quedando solo en bóxer, TaeHyung lloriqueó frustrado por la molesta prenda.

Comenzó a besar el cuello del omega, lamiendo el lugar en donde iría la marca, sacándole suspiros y silenciosos jadeos.

Continuó bajando hasta llegar a sus pezones, donde se entretuvo con ellos durante unos minutos, chupando y succionando, dejándolos hinchados.

— A-Alfa, por favor —suplicó TaeHyung arqueándose y pegando su vientre al del mayor.

— Tranquilo, bebé.

Cuando llegó al vientre del omega, besó y acarició la zona en donde estaban sus cachorros creciendo saludablemente.

El omega gimió y abrió sus piernas, dejando a JungKook entre ellas. Comenzó a mover sus caderas contra las del alfa, el gran bulto que se escondía en la tela del bóxer se rozaba contra su ya húmeda entrada, liberó agudos jadeos y continuó moviéndose, encontrando un poco de alivio en ello.

Pero su acto se vio obligado a detenerse cuando las fuertes manos del alfa se aferraron a su cintura, manteniéndolo quieto en su lugar.

— J-JungKook.

El nombrado mandó su paciencia a la mierda. Llevó sus dedos a la entrada del pelinegro, sonriendo cuando se topó con bastante lubricante natural.
La acarició un poco, viendo como el menor se retorcía y gemía, pidiendo en silencio que hiciera algo pronto.

Mi omega especial ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora