Exámenes (Sebastian)

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Tras semanas de sufrimiento y largas horas de estudio, día y noche, finalmente era momento de tomar los TIMOs. La carga mental era tal que deseaba que la tortura se terminara de una vez, ya que no resistía más prácticas de pociones o las eternas repeticiones de los libros de estudio.

La noche anterior al primer examen había colocado a la sala de Slytherin en un ambiente tenso, lúgubre. El nerviosismo se palpaba una vez llegabas al final de las escaleras. Algunos alumnos caminaban de una punta a la otra de la sala común. Otros practicaban encantamientos sobre diversos objetos y algunos se aislaban de los ruidos nerviosos en la calma de sus habitaciones.

Por mi parte me encontraba en la sala común con Ominis y Sebastian. Hoy no iríamos a la sala de Menesteres, ya que ir medio dormidos al examen no nos parecía lo mejor. Ominis no dejaba de rascarse la nuca mientras repasaba en voz baja, mientras que Sebastian me pedía que lo evaluara una y otra vez mientras repetía los textos en voz alta.

- El desayuno es un par de horas. – Les alerté.

- Llegados a este punto podríamos no dormirnos. – Dijo Sebastian, riendo, aunque no parecía alegre.

- Si no dormimos será peor. Aunque realmente no creo poder dormirme. – Respondí, mientras restregaba mis ojos.

- Yo tampoco podría dormir, aunque lo intentara. ¿Qué haremos? – Preguntó Ominis, en el mismo estado que yo.

No podía continuar estudiando, aunque sabía que en cuanto colocara la cabeza en la almohada no podría descansar.

- Sé que los exámenes serán difíciles, pero lo serán más sino duermen algunas horas. – Dijo Sebastian, sorprendiéndonos con su tranquilidad. O tal vez era el cansancio hablando.

Ominis se levantó y comenzó a dudar durante unos instantes. Luego, le dio la razón, muy a regañadientes, a Sebastian.

- Muy bien, pero si no logro dormirme tú deberás hacerlo. – Sentenció a Sebastian. Él sólo dibujó una cansada sonrisa en su rostro.

Ominis comenzó a ir, lentamente, a su habitación. Parecía que iba rezongando al mismo tiempo que repasaba algunas definiciones. Al ver que todos comenzaban a dirigirse a la cama, comencé a sentirme nerviosa.

- Sé que tienen unos cuantos ingredientes escondidos por ahí, verdad, ¿Josy? – Inquirió Sebastian, suspicazmente.

- Claro, he estado practicando algunas pociones y tengo algunos en mi habitación. ¿Quieres continuar practicando pociones?

- De hecho, creo que puedes ayudarnos a calmarnos un poco.

Me nombro una serie de ingredientes, para corroborar si los poseía.

- ¿Quieres hacer una poción calmante? – Pregunté, extrañada.

- Tú harás la poción. De los tres, eres la mejor en eso. Te esperaré aquí, para que puedas entregármela y se la daré a Ominis. Tal vez así podrá dormir.

Asentí con la cabeza y me dirigí rápidamente a mi habitación. Al ingresar, una de mis compañeras continuaba practicando pociones.

- ¡Ahora termino, lo prometo! – Exclamó, al verme.

- De hecho... ¿puedes prestármelo unos instantes?

Mi compañera de cuarto me miró extrañada pero no tuvo problemas en prestarme durante unos instantes su caldero. Al terminar su poción me lo cedió. Comencé a incorporar los ingredientes uno a uno, esperando a que el cansancio no me jugara una mala pasada y terminara elaborando una poción alejada del propósito de la cual me encontraba elaborando.

Un cuento de serpientes (Sebastian Sallow / Ominis Gaunt) (HL fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora