Tras la puerta encontramos dos colosos iguales a los que había enfrentado anteriormente en las pruebas de los guardianes. Vinieron hacia nosotros, pero al levantar la varita fabricada con los artefactos detuvieron su carga. La varita era la llave para ingresar al área subterránea que nos llevaría al último depósito de Isidora.
Fue rápida nuestra decepción cuando vimos la perforadora de los duendes irrumpir. Sin embargo, no era tiempo para deprimirse, sino que debíamos enfrentarnos a ellos.
El dolor punzante debía desaparecer de una vez. Sólo cruzaba los dedos por el arranque de adrenalina que me hacía luchar incluso pasando el punto del cansancio. Ahora no estaba sola, de forma tal que, si el dolor me hacía flaquear, el confiable profesor Fig podría ayudarme. Mi cabeza no rodaría tan fácil.
El área subterránea estaba llena de pasadizos y, pasando cada uno de ellos, nos encontrábamos con hordas de duendes. Sin embargo, en determinado punto, eran demasiados. Ranrok no había escatimado esfuerzos en conseguir ese último depósito. Además, traía consigo trolls acorazados, que dificultaban enormemente el ritmo de la pelea. Estábamos rodeados y el panorama no pintaba muy bien.
Cuando comencé a ver las apariciones pensé que un duende me había noqueado y estaba soñado. Pero no, los profesores de Hogwarts realmente habían venido a prestar su varita para defender a la escuela. Iban apareciendo uno tras otro, y rápidamente se incorporaban en la batalla. Ahora podíamos concentrarnos en llegar al depósito, aunque era difícil correr en medio de la lucha, dejando de lado la preocupación por la vida de todos lo que habían aparecido. Pero gracias a la profesora Weasly fuimos capaces de avanzar y llegar, finalmente, al depósito.
Era distinto presenciarlo en un recuerdo que en la realidad. El ambiente era denso, pesado. Estar allí me hacía temer aun más nuestra derrota. El profesor Fig se encontraba tan impresionado como yo. Y no pudo evitar preguntarme qué uso le daría a ese depósito siendo la única que, teóricamente, podría tratar con esa magia. Tras escuchar la pregunta no pude evitar recordar al padre de Isidora. El daño que podría causar esta magia era tan grande que incluso lo desconocíamos.
- Este depósito debe quedarse resguardado aquí, profesor. Yo lo protegeré.
El profesor Fig pareció aliviado frente a mi respuesta. Y yo ante la suya: "No deberá hacerlo sola".
Pero el momento de alivio, de haber alcanzado el depósito antes que Ranrok, se desvaneció. No sólo nos había alcanzado, sino que además traía consigo la varita de la esposa del profesor Fig, rompiendo su corazón. Y, justamente con esa varita, comenzó a liberar y absorber la magia antigua del depósito.
La magia comenzó a arremolinarse y a tomar forma alrededor de Ranrok. Al cabo de unos segundos, había tomado la forma de un dragón. En mi cabeza no podía dejar de pensar en cómo rayos haría para derrotarlo. Sólo me lancé a la batalla, siguiendo el vuelo de Ranrok, descendiendo cada vez más.
Al comienzo, sólo podía defenderme. Hacía uso de Protego y, cuando no era suficiente, de mis habilidades físicas para evitar el ataque. Mis hechizos apenas lo afectaban, parecía que eran simples cosquillas para él, mientras yo me cansaba más y más. Sin embargo, al lanzarle magia antigua, la batalla cambió. Tras lanzarle una gran descarga, Ranrok se desestabilizó durante unos instantes. Parecía confundido, aturdido incluso. Cuando volvió en sí, estaba enfurecido. Me lanzó un ataque, cegado por el odio, el cual tuve suerte de esquivar parcialmente. Luego, comenzó a descender.
Tomé una poción herbovitalizante y seguí su paso, descendiendo cada vez más. En un instante, me fastidié de pensar en que tendría que escalar de nuevo para volver a la superficie. Aunque eso sólo sucedería si salía con vida.
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Un cuento de serpientes (Sebastian Sallow / Ominis Gaunt) (HL fanfic)
Hayran KurguEste relato se basa en la historia narrada en Hogwarts Legacy, donde una estudiante se suma a sus estudios mágicos en el 5to año. La historia mantiene una gran cantidad de elementos de la historia principal, pero modificando algunas partes a benefic...