°El comienzo de la tormenta°

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By Bill.


—¡Au! —me removí entre las sábanas. El brazo de Georg tiraba de mi cabello. —Georg… —le llame, pero el pareció no estar despierto.

Genial, ahora tenía que hacer todo tipo de malabares para que Georg despertará.

—Georg… cielo —hable acariciando su mejilla. —Ya es hora de levantarnos.

—¿Hmm? —abrió sus ojos con dificultad, pero al verme sonrió tiernamente. —Buenos días cariño.

—Buenos días cielo, ¿Cómo has dormido? —sonreí, deje un suave beso en sus labios.

—Pues he dormido genial, y más porque ayer me he echado el mejor polvo de mi vida —hablo con una sonrisa pícara, no pude evitar ponerme nervioso.

—Pues me alegro que lo hayas disfrutado, que puede y sea el último hasta semanas —hable riendo. Georg me miró extrañado.

—¿El último en semanas? —pregunto con el entrecejo fruncido.

—Si, recuerda que tenemos el viaje.

—Mierda… ¡Me había olvidado de eso!

—Lo he notado —sonreí, me levanté de la cama y fui al baño, podía notar la mirada de Georg siguiéndome.

Al abrir la puerta del baño el recuerdo de la noche pasada volvió a mi mente, el como Georg había acabado en mi boca “accidentalmente” según el. La imagen me había dado gracia por alguna razón. 

—¿De que te ríes? —pregunto Georg desde la cama.

—¡De lo bien que la pasé anoche!

—¡Y eso que no querías rápido! —oí como reía.

Que no era necesario recordar eso, ¡Hasta rojo me había puesto! Pero de igual modo fue una noche mágica, realmente la había pasado bien (ignorando el dolor por las profundas embestidas de Georg y los chupetones que tenía por todo mi cuerpo), Georg se había comportado de una manera rara, más dominante… y por alguna razón eso me encantaba.

Encendí el grifo y con mis manos me eche un poco de agua en la cara, estaba recién despierto por lo que realmente necesitaba un poco de agua en mi rostro. Tome mi cepillo de dientes y le eche pasta de dientes, y comencé a cepillarme los dientes.

—¡Bill! —me llamo Georg.

—¡¿Qué?! —respondí como pude, el cepillo en mi boca me dificultaba el hablar.

—¡Ven! —hablo, yo con el cepillo aún en la boca salí del baño, la espuma comenzaba a caer de mi boca.

Georg se quedó inmóvil al verme, miraba fijamente mi boca con una sonrisa de costado.

—¿Qué pasa? —pregunte alzando la cejan, Georg sonrió más y comenzó a morder suavemente su labio inferior. Vale, ya comenzaba a preocuparme.

—Sabes… esa espuma me recuerda a algo muy delicioso —hablo levantándose de la cama. Comenzó a caminar hacia mi lentamente, y por alguna razón mi instinto me hizo caminar hacia atrás.

𝐅𝐨𝐫𝐛𝐢𝐝𝐝𝐞𝐧 𝐋𝐨𝐯𝐞〡Bill Kaulitz, Georg Listing | Tokio Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora